Moha Traoré seguirá en el Hércules hasta enero. El director deportivo del Hércules ha descartado apartarle de la plantilla tras el incidente protagonizado con su compañero Benja en el entrenamiento del miércoles, cuando ambos llegaron a las manos y el técnico Jesús Muñoz decidió suspender la sesión de entrenamiento. Pocos minutos después de que esto sucediera, los capitanes le pidieron al club que cortara de raíz el problema apartando del grupo a Moha, quien ya había protagonizado altercados semanas atrás con dos compañeros más. El club trató ayer de desmentir la noticia, pero este diario se mantiene en lo publicado.

Portillo ya dejó entrever el miércoles que no era partidario de apartar a Moha pese a su carácter conflictivo ya que considera que puede ser útil de aquí a enero, cuando presumiblemente deba hacer las maletas. El extremo nacido en Barcelona pero de origen maliense trabajó ayer como uno más junto al resto de compañeros, Benja incluido, y el club aseguró que ambos recibirán una multa en base al código de disciplina interna. Ahora está por ver si el técnico Jesús Muñoz echa mano de los dos para el choque del domingo (18.00 horas) ante el Olot en el Rico Pérez.

En su intento por volver a calmar las aguas, el Hércules dio ayer voz a dos «pesos pesados» del vestuario, Carlos Martínez y Fran Miranda. Este último fue uno de los protagonistas del accidentado entrenamiento del miércoles ya que cuando Muñoz mandó a los vestuarios a los jugadores, el extremo pidió a gritos que el club tomará medidas contra Moha. Ayer lo intentó matizar: «Dije eso gritando, pero hay que entender que estaba a muchas pulsaciones... Ahora vamos todos de la mano. El asunto está arreglado, lo hemos zanjado y debe ser un punto de inflexión para ir hacia arriba».

Por su parte, el goleador Carlos Martínez lamentó la imagen dada en toda España tras la pelea entre compañeros: «Estamos absolutamente avergonzados de lo que pasó, la página ya está pasada, nos centramos en el trabajo diario y en poner lo mejor de cada uno para salir adelante».

El punta de Mataró, autor de cinco dianas en lo que llevamos de campaña, aseguró que los jugadores son los que peor lo están pasando en esta crisis. «Nos jugamos el pan de nuestras familias, al final nos llevamos esto a casa y lo pagan nuestras mujeres y nuestros hijos. Hay que piensa que esto sólo lo sufren los canteranos por ser de aquí, pero se equivocan. Yo no quiero ser recordado por jugar en el peor Hércules de la historia, me ha costado mucho llegar hasta aquí, me quedan pocos años de fútbol y quiero disfrutarlo. Soy una persona muy ambiciosa y vine con el único objetivo de subir a Segunda», explicó Carlos Martínez, quien descartó la posibilidad de marcharse en el mercado de invierno: «No me voy a bajar del barco, ha llegado la hora de los hombres y tenemos que sacar esto adelante. El equipo quiere pero no puede, hay un bloqueo mental y espero que el domingo saquemos el partido adelante y empecemos a crecer», señaló el delantero catalán.

El Hércules cayó a puestos de descenso directo a Terecera, donde nunca ha militado, tras ser goleado en La Nucía (3-0) y está obligado a reaccionar el domingo ante el Olot en un partido de alta tensión en el que el técnico Jesús Muñoz se juega su puesto. El preparador de Mota del Cuervo tiene de nuevo un problema muy grave en la defensa por la falta de efectivos, ya que el central Álvaro Pérez está sancionado y continúan de baja Samuel y Felipe Alfonso. Muñoz solo tiene dos alternativas para acompañar a Pablo Íñiguez en el eje de la zaga: retrasar la posición de Fran Miranda como en los dos últimos choques o dar la alternativa al joven Teo Quintero, quien aún no ha debutado. El Hércules entrenará a puerta cerrada hasta finales de semana y no sería descartable que el técnico introdujera más novedades en el once tras haber sumado solo dos puntos de los últimos 12.