Llueve menos, pero todavía llueve. Stéphane Emaná aún es duda para el estreno liguero del Hércules, que el domingo, a las 20.30 horas, se mide con el Ontinyent en el Rico Pérez. Sin embargo, su concurso en el debut blanquiazul está menos comprometido que hace 48 horas. El futbolista, que notó una molestia en el isquiotibial de la pierna derecha durante el partido del sábado frente al filial, del que se retiró por precaución, se sometió ayer a un examen radiológico en Elche para calibrar el alcance de la dolencia.
El primer diagnóstico y las posteriores pruebas físicas descartan que el camerunés padezca cualquier tipo de rotura muscular. En principio, a tenor del resultado de la resonancia, el delantero blanquiazul presenta un leve edema (microrrotura fibrilar) en ese músculo, lo que, si nada se complica, no debería impedirle jugar frente al conjunto valenciano si el preparador del Hércules, Lluís Planagumà, lo encuentra oportuno.
Tras su visita al radiólogo, el ariete africano realizó trabajo de recuperación específica con los fisioterapeutas de la entidad blanquiazul. Hoy está previsto que pueda realizar parte del entrenamiento al ritmo de sus compañeros y, si todo evoluciona dentro de lo previsto, ejercitarse con total normalidad mañana, lo que significaría que estaría en perfectas conficiones de arrancar de inicio en el 4-4-2 que continúa automatizando el técnico barcelonés.
Emaná está llamado a formar la dupla ofensiva del conjunto alicantino por delante de Carlos Martínez. Los ensayos realizados frente al Murcia y el filial blanquiazul han arrojado resultados excelentes de compenetración entre ambos, de ahí la relevancia de poder contar con los dos para intentar sumar los tres primeros puntos de la temporada.
Los servicios médicos del Hércules prefieren ser cautos y mantener la condición de «duda» del camerunés hasta el sábado, día en el que se decidirá finalmente si se puede contar o no con el delantero en el estreno en Liga.
José Fran
Después de la sesión matinal, José Fran explicó que el equipo está deseando que empiece la competición, una en la que el vestuario blanquiazul aspira a ser «el gallo» del Grupo III. «Ya no están Elche y Mallorca, pero en el grupo hay otros equipos muy fuertes y están los filiales. Pese a todo, el Hércules tiene que estar llamado a ser el gallito de los gallitos o aspirar a todo», dijo el jugador de Santa Pola, que admitió que la pasada temporada, en la que llegó al club en el mercado de invierno, fue «muy mala en lo personal» y que no le benefició ni el mal clima general del vestuario ni su inactividad por culpa de una lesión de larga duración. El futbolista alicantino garantiza que se siente cómodo en el 4-4-2 que propone Plamagumà, al que calificó como un técnico «impresionante en todos los aspectos».
