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Ramírez y Botella arropan a Herrero

Los dirigentes se reúnen con el entrenador en Fontcalent para transmitirle su apoyo y también recalcarle la importancia del choque ante el Barcelona B, que puede dejar al Hércules en descenso

Botella. lof

Aunque desde el vestuario y los despachos del Hércules hagan un llamamiento a la calma, es innegable que la derrota en el Rico Pérez ante el Reus (1-2) ha encendido las alarmas en el club blanquiazul. A principio de semana, los jugadores se encerraron el vestuario durante una hora para decirse las cosas a la cara, hacer autocrítica y exigirse más. Dos días después, el director deportivo Dani Barroso también se dirigió a los futbolistas. Y ayer le tocó el turno a los dirigentes. El vicepresidente Valentín Botella y el empresario Juan Carlos Ramírez se reunieron por separado con el entrenador Manolo Herrero y le transmitieron su apoyo, pero también su inquietud ante la posibilidad de que el equipo caiga a puestos de descenso si pierde el domingo ante el Barcelona B.

Botella llegó a primera hora al campo de entrenamiento de Fontcalent y departió con el técnico de Jaén durante diez minutos. Posteriormente se marchó para atender compromisos profesionales. A mitad de la sesión de trabajo hizo acto de presencia Juan Carlos Ramírez, que no ostenta ningún cargo dentro del consejo, pero sí colabora activamente en la gestión deportiva y está muy encima del equipo. El empresario vasco siguió el entrenamiento desde la banda y una vez finalizada la exigente sesión se sentó a charlar en un banco con Herrero durante varios minutos.

Ambos dirigentes se interesaron especialmente por el estado anímico de la plantilla tras las dos derrotas consecutivas en el Rico Pérez y el técnico confió en que los lesionados Atienza, Rafita y Chechu Flores puedan reaparecer cuanto antes porque son jugadores que marcan diferencias.

El 1-2 ante el Reus ha dejado al equipo blanquiazul al borde de los puestos de descenso y Herrero tampoco podrá contar el domingo con el mediocentro Juanma Espinosa, que debe cumplir un partido de sanción.

Ayer también atendió a los medios el capitán Paco Peña, quien afirmó que no tiene «ninguna duda» sobre la capacidad del conjunto alicantino para revertir la mala situación clasificatoria en la que se encuentra y se mostró seguro de que escalarán a la zona alta de la tabla. «Somos el Hércules y no podemos estar en esta situación», manifestó Peña, que incidió en que son «un buen equipo» pero que deben «demostrarlo en el verde».

Esta idea la han repetido esta semana en el vestuario durante las reuniones que han mantenido los jugadores para «aunar fuerzas» tras el mal arranque de campeonato. «Tenemos margen de mejora y tiempo, pero hay que espabilar ya», advirtió Peña, que opinó que «mejor que pase ahora y no en febrero» la crisis de juego y resultados, en referencia a la trayectoria del equipo durante el anterior ejercicio.

«Una final»

Peña insistió en que el partido ante el Barcelona B deben afrontarlo como «una final» por el simple hecho de ser el Hércules y estar mal clasificado y añadió que no pueden permitirse perder y caer al descenso. «Sería un palo gordo», dijo. El capitán recalcó que el técnico mantiene «el cien por cien» de su confianza y abogó por mejorar tanto en defensa como en ataque porque ante el Reus volvieron «a las andadas» y cometieron errores que consideraban subsanados.

«Nos falta aprovechar la ocasión que tengamos para marcar y ser un equipo en defensa. Ahora mismo tenemos muchas lagunas que mejorar todos, desde arriba hasta el portero», sentenció el extremeño.

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