El pasado 12 de febrero se cumplieron 194 años desde la llegada a Pinoso del documento que recoge el Privilegio de Villazgo otorgado por el rey Fernando VII a un pueblo que aspiraba a iniciar una trayectoria propia como municipio. Esta efeméride se festejó ayer con una multitudinaria jornada lúdica con el buen tiempo como aliado.

La 24ª Mostra del Pinós Antic i Fira de Degustació i Venda de Productes Gastronòmics, Artesanals i altres volvió a sorprender a los cientos de visitantes llegados desde todo el país dispuestos para conocer los recursos culturales, turísticos y gastronómicos de la ciudad.

El evento, organizado por las concejalías de Cultura, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Pinoso, implicó en la preparación de las infraestructuras necesarias al tejido asociativo de la villa, los comercios locales y la empresas del sector alimentario y hostelero presentes en las tres zonas del recinto del Villazgo.

La jornada comenzó antes de la salida del sol con el montaje de los diferentes puestos. Los sones de dulzaina y tamboril, a cargo de la colla de Monte de la Sal, anunciaron el inicio de la fiesta.

Poco a poco, se fueron reuniendo en torno a la Casa de la Música las autoridades, reinas y cortes de honor, representantes de asociaciones locales y comisión del Villazgo, y delegaciones invitadas, para partir en pasacalle, a los sones de la banda de música de la Sociedad Unión Lírica Pinosense, para encaminarse hacia la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol y asistir a la Missa del Llaurador, oficiada por el párroco Harold Mauricio Delgado. Las asociaciones, pedanías y otros colectivos han tomado parte en el ofertorio y la misa ha contado con los cánticos de la Rondalla Coral «La Ilusión».

Tras la misa, la comitiva se ha encaminado hacia la puerta del Villazgo para proceder a su apertura oficial. La pregonera de este año, María Victoria Tormo, fue la encargada de abrir el portón antes de dirigirse al escenario ubicado junto a las letras de mármol de El Pinós desde donde se dirigió a todos los asistentes.Premiados

Tras su lectura, se procedió a firmar en el libro de oro de la Villa y el alcalde, Lázaro Azorín, le impuso la insignia de Pinoso. Las ediles de Cultura y Juventud, Silvia Verdú, y de Turismo y Desarrollo Local, Neus Ochoa, entregaron un ramo de flores a la pregonera.

Después se entregaron los galardones a los mejores estands de esta edición. El más original fue el de Amas de Casa; el de ambientación se lo llevó la Sociedad Unión Lírica Pinosense; el de objeto de interés cultural e histórico fue para el acordeón de nácar que residía el puesto del Grupo Monte de la Sal.