Las playas de Elche y de Santa Pola han vuelto a sufrir visibles desperfectos estos días como cada vez que tiene lugar un temporal intenso de viento y lluvia. Además de algunos puntos bien reconocibles de Santa Pola, donde el agua se ha comido un buen trozo de sus distintas playas y ha movido de sitio elementos que se suelen colocar para facilitar al máximo el acceso a la arena, en Elche, en concreto en la playa de Arenales del Sol y también en la de de El Altet, se ha asistido también, como en muchos puntos del litoral de la provincia, a escenas tales como el arrastre de pasarelas de madera y de papeleras, pero también de juegos infantiles tomados por el agua, lavapiés descolocados o surcos y agujeros en la arena producto de las ramblas de agua que van a parar al mar, entre otras incidencias.

En Arenales del Sol una estampa que llama mucho la atención es lo mal parado que ha sido uno de los chiringuitos a pie de mar que había apostado por abrir esta Semana Santa en previsión de afluencia masiva de turistas. Sin embargo, el temporal no solo no ha traído visitantes, sino que la fuerza del mar, impulsada por el viento, ha llegado hasta el mismo chiringuito y ha arrastrado las mesas y sillas que tenía preparadas.

Las imágenes, cedidas en esta ocasión por el alcalde pedáneo, Alejandro García Raduán, llaman mucho la atención porque el agua ha mezclado las tarimas de madera, las sillas y mesas y otros elementos del mobiliario privado y se han dispuesto, a la espera de que se calmen las condiciones climatológicas definitivamente, a pie de unas de las pasarelas de acceso desde el paseo de Arenales a la playa, concretamente entre los edificios y la bajada hacia el Carabassí y Gran Alacant, lo cual ha captado y mucho el interés de los que han transitado estos días por la zona.

En Arenales también han caído en estos días un árbol y una palmera, como también ha ocurrido en distintos puntos de Elche y sus pedanías. En la calle Conrado del Campo los propios vecinos ayudaron a los agentes a dejar libre la calzada por la caída de otro árbol, según informa la Policía Local de Elche, que añade que en el camino viejo de Alicante, los bomberos tuvieron que cortar las ramas que invadían la carretera y ofrecían un claro riesgo a la circulación.

En este fin de semana en Elche, Bomberos y Policía Local tuvieron más trabajo del habitual: numerosas asistencias por filtraciones en vivienda y varios incendios en cuadros eléctricos. En vía pública, además de desplazamiento de contenedores e incidencias con toldos, así como caída de vallas y señales con motivo de las procesiones, cabe destacar la inundación del túnel de Atzavares (EL-20) en la que tres coches quedaron atrapados. Dos conductores se vieron obligados a abandonar sus turismos. Presumiblemente esta situación pudo deberse a un fallo en las bombas de achique, por lo que se balizaron los accesos y se llevó a cabo una comprobación del sistema de drenaje.

Llueve sobre mojado

Una situación parecida es que la vienen padeciendo, pero desde hace años, los vecinos del barranco de Santa Antón. Esto días han vuelto a sufrir un episodio de inundaciones en los caminos que dan acceso a sus viviendas. Cada vez que se registran fuertes precipitaciones, la zona se convierrte en una balsa de agua que en muchas ocasiones puede originar peligro, tanto para las viviendas como para los conductores que se atreven a cruzar zonas empantanadas. Los vecinos están hartos de denunciar públicamente la situación y que se siga sin actuar por parte de los poderes públicos. Este barranco nace en la partida de El Ferriol y recoge aguas de la A-7 y de las laderas.

Otro hecho que no ha pasado desapercibido ha sido que se repitan las goteras en la estación de Renfe de Elx-Parc, cerca de la estación de autobuses, tal y como han denunciado algunos usuarios del tren a través de las redes sociales. A principios de abril, con las lluvias que se registraron, se localizaron goteras en uno de los pasillos subterráneos. En aquel entonces desde Adif se señalo que los técnicos lo habían inspeccionado y se había comprobado que había sido una zona muy puntal y localizada, donde se iba a reforzar el sellado de una junta de forma inmediata para que no se volviera a repetir. Pocos días después, en el acceso principal se vio a varios obreras habilitando una rejilla de desagüe en plena acera, todo ello después de que previamente se hubiera levantado parte de la avenida Vicente Quiles, cortado los carriles de manera intermitente y desviar el tráfico durante nada menos que cuatro meses que duraron unas obras de urgencia porque, precisamente, se habían detectado filtraciones.

Asimismo, el pantano de Elche y el río Vinalopó han vuelto a ofrecer estos días imágenes curiosas porque rebosaban de agua (algunos incluso han "navegado" por el cauce con neumáticos de vehículo, donuts de unicornio y en paddle surf).

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