Las obras para desdoblar la carretera que conecta Elche con Santa Pola han llegado a su fin en el tramo de la villa marinera tras medio año de trabajos. Los cuatro carriles de todo el tramo del municipio costero, ya están finalizados para abrir a la circulación, aunque la Conselleria de Obras Públicas no tiene previsto abrirlos hasta principios de abril.

A lo largo de algo más de un kilómetro, las máquinas y los operarios han estado actuando para duplicar la CV-865 entre la Vereda de Sendres y el tramo del municipio costero que ya estaba desdoblado. Los carriles ya están asfaltados y pintados, así como la mediana y la vía ciclista que también están acabadas. Ayer los trabajadores se encontraban colocando las farolas, que iluminarán todo el tramo de manera de forma similar a una vía parque.

Sin embargo, pese a que los carriles están, aparentemente, finalizados, unos conos repartidos por todo el tramo nuevo impiden circular a los vehículos todavía. Y así será al menos durante tres semanas hasta que finalice el mes de marzo. El motivo que ha dado la Administración autonómica es que hay que soterrar una línea de telefonía, que se va a abordar de forma inmediata.

Inicialmente, la Conselleria de Obras Públicas había fijado en 18 meses el tiempo para acabar el desdoblamiento de la carretera, pero en el inicio de las obras anunció que acortaría los plazos para poder acabar en seis meses. El objetivo de esta reivindicada actuación por parte de Elche y de Santa Pola ha sido aumentar la seguridad en una de las carreteras más peligrosas de la Comunidad Valenciana, por donde pasan más de 17.000 vehículos diarios y acabar de paso con los atascos que se producen los fines de semana y todo el verano.

La actuación ha costado 1,6 millones de euros y una vez acabada, el Gobierno valenciano tiene por delante el desdoblamiento de la CV865 en todo el término municipal ilicitano, con una extensión de diez kilómetros. Algo que hará por fases, de manera que se empezará por el tramo Valverde-Vereda de Sendres, de dos kilómetros, cuyo proyecto ya está redactado, a la espera de salir a licitación.

Una mediana para Elche

Mientras llega la esperada duplicación de los carriles, en Elche los conductores han de habituarse a las nuevas medidas de seguridad que ha puesto el Consell y que han costado 1,5 millones de euros. El plan de calmado del tráfico, como así lo define Obras Públicas, ha consistido en levantar ocho rotondas en intersecciones conflictivas, además de colocar toda una mediana, que se extiende a lo largo de un tramo de dos kilómetros para evitar los adelantamientos y los giros a la izquierda. Asimismo, han reforzado las marcas de seguridad y limitado la velocidad a 70 kilómetros por hora, cuando antes era de 90.