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Por negarse a bajar el IBI

La oposición condena al tripartito a gobernar sin presupuesto el año próximo por negarse a bajar el IBI

Pleno de reproches por la situación en la que queda Elche, sin poder ejecutar inversión en 2019 y dejando la subida de técnicos y policías en el aire

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El pleno de los presupuestos de Elche, en imágenes

Elche se ha quedado sin presupuestos para el año de las elecciones municipales, tras cumplirse el guión y la amenaza de la oposición a medio año de las urnas. Ciudadanos, PP e Ilicitanos por Elche consumaron en el pleno de ayer - el último del año- su bloqueo a las últimas cuentas del mandato tras negarse el tripartito a autorizar una bajada generalizada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Después de tres horas de intenso debate, de reproches y de acusaciones entre los grupos políticos y de un claro ambiente preelectoral, la mayoría del pleno municipal acabó tumbando unos presupuestos de 184 millones de euros, lo que obligará a que la ciudad tenga que conformarse con las mismas cuentas de 2018 y que el ejecutivo local tenga muy difícil «vender» proyectos nuevos antes de mayo de 2019. También quedan en el aire los gastos de la plantilla municipal y la subida salarial de oficiales de la Policía y técnicos municipales.

De poco sirvió ayer que los socialistas y Compromís volvieran a repetir que el presupuesto de 2019 «es el mejor del mandato y el mejor de la última década». Tampoco le valió a la oposición que los principales socios de gobierno justificaran su negativa a bajar el IBI un 6,5% con que los ilicitanos tendrían que pagar solo 10 euros menos en sus recibos, lo que para el Ayuntamiento supondría recibir cinco millones de euros menos de ingresos. Para Ciudadanos, PP e Ilicitanos por Elche, que ayer reconocieron incluso estar de acuerdo en parte del presupuesto municipal planteado, la imposibilidad de bajar el IBI, a la que hacen referencia los principales socios, es una excusa porque las arcas municipales recaudarán en 2019 tres millones de euros más, como consecuencia de la regularización catastral, además de los atrasos.

Las tres formaciones reprocharon una y otra vez que el ejecutivo local no se haya sentado en los últimos meses para negociar los presupuestos. Algo que negaron los principales socios de gobierno, quienes aseguran haber tocado solo la puerta de Cs para contar con su apoyo por tercer año consecutivo, que ha acabado, al final, con los votos en contra de la formación naranja, a la que ayer le reprendieron por seguir las órdenes de Madrid o de València y recriminaron la falta de liderazgo de David Caballero.

Para el conjunto de la oposición, el tripartito también tuvo reproches. Les culparon de «anteponer los intereses partidistas a los presupuestos». Y en ese rifirrafe de ayer no faltaron los asuntos sin resolver que más se le han atragantado al ejecutivo local. El Mercado Central, El Progreso, el hotel de Arenales o los barracones se colaron en el debate como armas arrojadizas contra los responsables municipales.

Tampoco se quedaron fuera en el último pleno del año las alusiones a mayo y los intentos de «mitin». El presidente del PP, Pablo Ruz y el portavoz de la formación naranja no dejaron pasar la oportunidad en sus discursos para hacer una llamada al «cambio» en la cita con las urnas.

La edil de Hacienda, Ana Arabid (PSOE), fue la primera en intervenir, en tratar de detallar la consignación de algunas partidas proyectadas en ese documento de ingresos y de gastos. Aludió a la «responsabilidad» del equipo de gobierno para definir cómo invertir el dinero de los ilicitanos e ilicitanas y no dejó de pedir a la oposición que recapacitaran a la hora de votar. La edil trató una y otra vez de hacer entender que si bajaban los ingresos cinco millones automáticamente bajan los gastos en otros cinco. Aseguró que los presupuestos no serían posible con una bajada del IBI y acusó a la oposición de jugar al «no por el no».

Cara y cruz

El portavoz de Ilicitanos por Elche, Fernando Durá, apuntó a la existencia de 7 millones de euros más que podrían destinarse a gasto social o inversiones, al haber aumentado los ingresos por la recaudación. Aseguró que otras ciudades tienen el tipo impositivo más bajo y buscó poner en evidencia al equipo de gobierno al haber proyectos de 2018, algunos de ellos presupuestados en 2017, que siguen sin ser una realidad, como la peatonalización de la Corredora y la Replaceta de les Barques, las obras de adaptación del autobús urbano o el plan de accesibilidad municipal, que tildó de «grotesco».

Ciudadanos, por su parte, optó por endurecer su discurso y dio un giro total respecto a lo que había venido haciendo en los dos últimos plenos de presupuestos, en los que sí apoyó al tripartito. Su portavoz, David Caballero, dijo estar ante «el gobierno del bloqueo y de la destrucción» de querer hacer un «Matrix a lo cutre». El líder de la formación naranja señaló al PSOE por «haber pedido en 2012 a Alonso que bajara el IBI» y también al Partido de Elche, por estar a favor de rebajar la presión fiscal y seguir del lado de sus socios. Caballero insistió en que el tripartito miente al decir que no se puede bajar y cifró en 16 millones de euros el superavit el próximo año.

Compromís salió en defensa de los presupuestos y de las ayudas del IBI «por estar del lado de las personas que más lo necesitan». Su portavoz, Mireia Mollà, dijo que «solo por las políticas en igualdad este presupuesto ya vale la pena». Recriminó al PP que cuando estaban en el gobierno solo tenía presupuestados 4.000 euros para luchar contra la violencia de género, frente a los 135.000 euros que ha consignado el ejecutivo local. La líder de Compromís cargó abiertamente contra Cs y vinculó su cambio de postura con la entrada de Vox y el «miedo que les ha entrado a que le quiten los votos». También apuntó a «la línea roja que hay por las órdenes de València».

El PP, a través de su presidente, Pablo Ruz, hizo referencia al «epílogo del desastre», acusó al tripartito de que los presupuestos de 2018 se van a quedar ejecutados solo al 50% y recriminó al tripartito que «imponer impuestos es práctica habitual de la izquierda». El candidato popular alertó de que hay agricultores que han tenido que hacer frente a recibos del IBI de más de mil euros, además de los atrasos. También aprovechó para sacar pecho de la política para ahorrar deuda que hizo Manuel Latour y Mercedes Alonso, con quien ahora escenifica más sintonía que nunca en todo el mandato.

El portavoz del Partido de Elche, Jesús Pareja, arremetió contra el PP por subir en su día el IBI, contra Ilicitanos por Elche por estar en el primer tripartito y «no hacer nada» y contra Ciudadanos a quienes acusaron de «ponerse a llorar». Pareja admitió ser partidario de una rebaja del impuesto, pero reconoció su poca capacidad y recordó su apuesta de recuperar la gestión de los impuestos, en lugar de que lo haga Suma, para ahorrar dinero.

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