A seis meses de las elecciones municipales, el conflicto del Mercado Central entra en una nueva dimensión. El alcalde comparecía ayer, rodeado de cuatro de sus siete concejales socialistas (no estaba, por ejemplo, el edil de Urbanismo) y no de sus socios de gobierno, para reafirmarse en lo que ya avanzó el lunes a este medio: «Se ha puesto de manifiesto que el contrato (del Mercado) es inviable porque existe el riesgo de perder el Misteri».
Para la primera autoridad local, el email remitido el pasado viernes por parte de Icomos, el órgano asesor de la Unesco, y también después de mantener comunicaciones verbales con esta organización, «viene a significar que se ratifica en el primer informe, donde dice que el aparcamiento del subterráneo es incompatible» con el citado Patrimonio de la Humanidad.
A partir de aquí, el alcalde es muy consciente de que se crea una «situación extraordinariamente compleja» y que tiene que abrirse una negociación con la empresa concesionaria, Aparcisa, para llegar a un acuerdo «ante la manifiesta inviabilidad del contrato». En definitiva, «buscar una solución viable y razonable para todos: mercaderes, Ayuntamiento, empresa y conselleria», según el alcalde, quien señala que se ha decidido convocar a la concesionaria (ayer no trascendió la fecha) para buscar una salida negociada y que no genere quebranto económico para las arcas municipales.
Sorpresa
Sin embargo, hay muy pocos que piensen que Aparcisa no vaya a luchar hasta el último céntimo a raíz de un contrato firmado hace casi cuatro años y en el que no ha podido ni poner un ladrillo. Fuentes cercanas a Aparcisa aseguraban ayer, tras mostrarse sorprendida por la decisión del alcalde, que la firma «no va a negociar mucho», al tiempo que se recordaba que había invertido en este proyecto «mucho tiempo y mucho dinero».
Las mismas fuentes consideran que el alcalde «vive en su mundo, da por hecho muchas cosas», para recordar a renglón seguido que la concesionaria cuenta a su favor con un contrato legal y con una concesión pública.
Asimismo, la empresa está molesta porque se está enterando de casi cada paso por los medios de comunicación. «El mensaje lo envían por la prensa», señalaban ayer las mismas fuentes visiblemente molestas con este nuevo gesto del Ayuntamiento y dando a entender que si se sientan a una mesa de negociación casi va a ser por cortesía.
Hipotecas
Además, se señala que la concesionaria también está preocupada por los placeros que se encuentran en el mercado provisional, ya que, aseguran, hay gente que se ha hipotecado, apostando por el proyecto del nuevo Mercado Central.
A ese respecto, el alcalde quiso insistir en dos mensajes. Por un lado, que los puestos del mercado provisional seguirán prestando su servicio. «Deben estar totalmente seguros de ello», dijo González, quien solo concretó que disponen de los «elementos jurídicos» para garantizarlo. No hay que olvidar que el mercado provisional lo sufragó Aparcisa como un mal menor mientras se iba a construir el nuevo Mercado Central.
Y por otra parte, la primera autoridad local aseguró que de la manera más urgente se va a tratar de volver a la normalidad en lo referente a las obras en el entorno del Mercado, contando para ello con la propia concesionaria y también con la Conselleria de Cultura.
González pedía además sensatez a PP y Cs por sus críticas ya que «crear alarma social no sirve de nada», sin dejar de recordar que en definitiva «este problema no lo ha creado este gobierno» porque «fueron decisiones que adoptó el PP en tiempo de descuento».
