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Las denuncias por maltrato crecen tras el repunte de casos destapados por vecinos y sanitarios

Las causas que llegan a los juzgados de Elche se incrementan un 11% en un solo trimestre a causa de la conciencia social y la presión policial

Una imagen conceptual de la violencia machista, contra la que se han unido todos los agentes sociales. s. ferrández

El número de casos ingresados por el Juzgado de Violencia de Género de Elche no deja de crecer. Así lo demuestra el último informe del Consejo General del Poder Judicial, que arroja que el número de casos que ingresaron estos juzgados aumentó un 11% durante el primer trimestre del año. Así, cada día se abre un nuevo expediente de este tipo en la Ciudad de la Justicia de Elche, que se suman a los quebrantamientos de condena en cuanto a órdenes de alejamientos y otras cuestiones relacionados con penas anteriores. En los últimos meses, al número de denuncias tramitadas de oficio por las diferentes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, a las que se han sumado las realizadas desde los hospitales públicos y centros de salud, que cuentan con sus propios protocolos, se añade ahora un tercer factor: el ciudadano.

Esa conciencia social por la que luchan numerosos colectivos feministas está empezando a calar en los ciudadanos. Hasta hace bien poco, las denuncias que llegaban eran tramitadas por las propias mujeres o, en algunos casos por familiares cercanos. Pero ahora, las denuncias anónimas, realizadas por vecinos, están empezando a suponer una parte importante de los expedientes que se abren en los juzgados. «Antes, cuando se escuchaba una discusión, existía esa mentalidad de que son cosas de pareja, donde no hay que meterse, y por fortuna eso ha cambiado», señalan desde la Ciudad de la Justicia de Elche. Así, las llamadas a Emergencias sirven para que los distintos grupos policiales puedan tramitar las denuncias, y los casos no queden impunes.

La mayor barrera con la que se siguen encontrando los diferentes agentes que luchan contra esta lacra social es que, en los casos donde no ha sido la víctima la que formula la denuncia ante la Policía o los juzgados, si esta se niega a declarar, el caso acaba archivándose, pues rara vez se consigue una prueba, que no sea ese testimonio, que sea lo suficientemente contundente como para condenar al agresor.

En estos casos, la Oficina de Atención a la Víctimas del Delito y el grupo de especialistas que trabajan en los juzgados ilicitanos, se entrevistan con las víctimas para ofrecerles consejo y que conozcan todas las opciones que la Justicia pone a su disposición en el caso de que decidan continuar adelante con la denuncia, con el fin de dar respaldo legal, psicológico y social. De hecho, desde hace unos meses, la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito ha incorporado a su equipo a una psicóloga y a una trabajadora social, para ofrecer una asistencia integral.

La Asociación Ilicitana contra la Violencia de Género estima que en la ciudad hay cerca de 5.000 víctimas. Por desgracia, no todos los casos llegan ante el juez. Y ese es uno de los frentes por los que luchan desde la entidad: visibilizar aún más este tipo de casos, para que no queden impunes.

La asociación también trabaja con los equipos sanitarios y sus trabajadores sociales para detectar los casos que llegan a las consultas, un espacio de confianza para las víctimas que también contribuye a destapar los casos de violencia machista. En definitiva, se trata de un trabajo conjunto, a nivel judicial, policial, sanitario y ciudadano, que debe seguir uniendo fuer zas para luchar contra el machismo y la lacra social que suponen estas agresiones.

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