Hay que prestar más atención a las enfermedades profesionales. Así de claro lo dice la directora general de Trabajo y Bienestar Laboral de la Generalitat Valenciana, Cristina Moreno, en un momento en el que el número de enfermedades profesionales reconocidas en la provincia de Alicante va en aumento y representa el 44% del volumen que se registra en la Comunidad Valenciana, prácticamente la mitad. Es por ello que desde los sindicatos de trabajadores se apunta a la necesidad de pedir una mayor implicación de la Inspección de Trabajo para velar por la salud de los empleados.

En la provincia de Alicante, entre el mes de octubre de 2015 y el mes de septiembre de 2016, se comunicaron 1.332 casos de enfermedades profesionales, lo que representa un 2,4% más que el año anterior.

La gran mayoría de casos, el 93,6%, corresponden a enfermedades causadas por agentes físicos. El sector que más casos acapara es el de los servicios con 848 partes, seguido por la industria con 373, la construcción con 75 casos, y el agrario con otros 36.

Desde el sindicato Comisiones Obreras, Silvia Catalán destaca que «en el conjunto del Estado la Comunidad Valenciana ostenta el tercer puesto detrás de Cataluña y País Vasco en el número de partes comunicados», y que la provincia de Alicante es la que está a la cabeza en la Comunidad con el 44% de los casos, seguida por Valencia con el 40% y Castellón con el 15%. En toda la Comunidad se han registrado 2.978 casos, con un crecimiento anual de4,5%.

Los agentes físicos suponen más del 93,6% del total de casos, según el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud Laboral (Invasat). Aquí tienen cabida los que se refieren a posturas forzadas y movimientos repetitivos que derivan en trastornos musculoesqueléticos, como el síndrome del túnel carpiano, tenosinovitis, entesopatía del codo o patologías del hombro.

En segundo lugar quedarían las enfermedades provocadas por agentes químicos. No obstante, los sindicatos apuntaron que en este área «queda mucho por salir a la luz». Algo en lo que coincide la médica de Salud Pública de Elche, Cristina Muñoz, quien reconoce que las enfermedades respiratorias vinculadas al empleo «son más complicadas de detectar». En el centro de Salud Pública de Elche, del total de casos comunicados al año sólo suponen el 2%, frente al 95% que representan los problemas osteomusculares.

Atendiendo a esta realidad, desde los sindicatos piden que las enfermedades profesionales se pongan en el lugar que les corresponden y que sean tenidas en cuenta por todos los agentes implicados en la prevención. Además, instan a que sean investigadas igual que se investigan los accidentes de trabajo con el fin de conocer su origen y se controle para prevenirlas. De hecho, el Invasat ha constituido un grupo de trabajo en la comisión territorial.

Silvia Catalán aseveró que «el objetivo tiene que ser preventivo y no otro. Investigación de la enfermedad con un procedimiento común y situar a las enfermedades profesionales dentro de un plan de actuación preferente».