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La indecisión sobre los contratos de refuerzo en el Registro Civil agrava el colapso

La plantilla pierde dos apoyos en medio del silencio de la Conselleria de Justicia y no tramitará expedientes en agosto

La indecisión sobre los contratos de refuerzo en el Registro Civil agrava el colapso

Nadie sabe quién gobernará la Conselleria de Gobernación y Justicia de la Generalitat, y por tanto nadie sabe quién tiene que decidir sobre el refuerzo de personal en el Registro Civil de Elche, que ha perdido esta semana a los dos funcionarios de apoyo que habían sido nombrados en enero de 2014 porque nadie les aclara si a partir del día 1 de julio se sigue contando con ellos. Las dos funcionarias tramitadoras a las que se ha ido renovando el contrato cada seis meses desde hace un año y medio y que en cierta medida han podido paliar sensiblemente los enormes retrasos que acumula el Registro Civil han recibido la callada por respuesta y se han tenido que marchar de vacaciones porque su contrato acaba en diez días.

Con esto, la plantilla de funcionarios en el Registro Civil de Elche vuelve a quedarse en ocho personas para atender a una población de 288.504 personas de Elche, Crevillent y Santa Pola, según la cifra ofrecida por el Consejo General del Poder Judicial en su memoria estadística de 2014. Ni más ni menos que 36.000 ciudadanos por funcionario, algo que desde los sindicatos se ha venido considerando desde hace años una barbaridad que contrasta además con la realidad de otros registros civiles (en los de Alicante son unos 10.000 usuarios por funcionario).

La ecuación es sencilla: Si se pueden atender un máximo de citas diarias por cada funcionario, o se ponen más manos a trabajar o no hay manera de satisfacer las demandas de la población. En ello han coincidido partidos políticos, colegios profesionales de abogados y procuradores, magistrados que han pasado por el Juzgado de Primera Instancia número 3 (que se encarga del Registro Civil), decanos de jueces, etcétera. Y sin embargo la solución no se ha puesto sobre la mesa.

Se da la circunstancia de que el hasta ahora conseller de Justicia, Luis Santamaría, apenas hace unos meses descartaba ampliar el personal porque el Gobierno central tenía aprobado que las funciones de los registros civiles fueran pasando a ser responsabilidad de los registradores mercantiles. Esa reforma, que tenía que ponerse en marcha precisamente antes de este verano, se dejó finalmente aparcada, de modo que ya no estaría fuera de lugar volver a reivindicar, como se ha hecho en Elche desde hace muchos años, que la plantilla se dimensione de acuerdo a las necesidades reales de la población.

Fechas

Y es que en estas fechas en las que además inician los turnos de vacaciones sin sustituciones, muchos ciudadanos necesitan por ejemplo solicitar partidas de nacimiento para poder tramitar con la Policía Nacional que expida documentos de identidad o pasaportes para menores. Esa afluencia de peticiones podría resolverse con solicitudes a través de Internet (hay para ello una plataforma de la Generalitat), pero las carencias de personal hacen que se tarde unos tres meses en enviar por correo las partidas de nacimiento, matrimonio o defunción solicitadas.

En cuanto a la tramitación de expedientes (por ejemplo de nacionalidad o matrimonios) se interrumpe en agosto por la falta de personal, algo que redunda en que el embudo siga estrechándose y los retrasos sean cada vez más difíciles de remontar.

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