Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Asturias, patria querida

Carlos Castro vuelve a su tierra con la esperanza de gozar de la confianza de Pacheta para el partido en El Molinón

Carlos Castro, con las camisetas de Sporting y Elche.

Asturias, tierra de reconquistadores, te gana por sus paisajes y su gente. Nobleza, pureza y coraje. Unas cualidades muy bien valoradas en el fútbol. Son incontables los casos de peloteros de calidad nacidos y criados en el Principado. Un grupo de ellos han dejado su sello a lo largo de la casi centenaria historia del Elche.

Carlos Castro es el último exponente, recién llegado de Mallorca aunque crecido en Ujo, municipio de apenas 2.000 habitantes, y Mareo. Allí soñaba con ser Quini, el mito que, desde su fallecimiento, acompaña el nombre del histórico estadio de El Molinón.

El actual atacante franjiverde era una perla muy bien valorada en la cantera del Sporting, pero al final tuvo que salir del club de sus amores para tratar de reconducir su carrera profesional. En las Islas Baleares no encontró su sitio y en Elche, pese a no ser titular, ha caído con buen pie.

Dos goles en nueve partidos son la tarjeta de presentación de Castro en el Elche, donde se ha topado con el buen momento de Yacine y Nino para ser titular. Pacheta le ha asignado el rol de oportunista, pero él aspira a más. Este domingo vuelve a casa y nada le haría más ilusión que disponer de minutos frente a su gente. En caso de jugar sería la primera vez que pisara el césped gijonés como rival, ya que en su visita con el Mallorca fue suplente.

La lista de asturianos franjiverdes la encabeza Marcial Pina, el más ilustre de todos. Nacido en Bárzana de Quirós, un municipio aún más pequeño que el de Castro, llegó a Elche con solo tres años, triunfó y paseó el nombre del club por la elite del fútbol español: Barcelona, Atlético, Espanyol y selección.

Antes de sus éxitos lejos de la ciudad de las palmeras, Marcial destacó en el Elche de mediados de los sesenta (50 partidos y cinco goles entre 1964 y 1966). Además, también fue entrenador de la entidad. En la 96/97 cogió al equipo tras el fulminante despido de Fabri (le supliría Ciriaco para ascender) y en la 00/01 evitó el descenso en el inolvidable partido contra el Compostela.

De Pelayo a Miguelón

Pelayo es otro de los astures que dejaron huella en el Elche, especialmente por un comportamiento que conquistó a trabajadores y compañeros. Llegó muy joven en 2012 y vivió la campaña histórica del último ascenso a Primera. Luego salió cedido y a su regreso, en plena madurez deportiva, le tocó la otra cara de la moneda: el descenso de hace dos años.

El ovetense cerró su etapa franjiverde con 82 partidos y siete tantos. Puso rumbo a Rumanía, donde no cuajó en el Cluj. Regresó a España para enrolarse en las filas del Albacete y encogió el corazón del fútbol español hace un año tras su accidente en un hotel de Huesca, del que se recupera favorablemente, aunque las lesiones le obligaron a retirarse.

Rubén Suárez y Miguel compartieron vestuario en una etapa en la que el Elche negaba alegrías a su afición a partir del mes de abril. Ambos dejaron un buen recuerdo. El menudo mediapunta disputó 101 choques y anotó 15 dianas con la franja verde y el espigado ariete jugó 89 duelos y vio puerta rival en 22 ocasiones.

La siguiente parada en la ruta asturiana del Elche es Avilés, lugar de nacimiento de David Lombán, central que ofreció un notable rendimiento en los dos cursos de la etapa reciente del club en Primera División: 64 partidos y seis goles. El descenso administrativo de 2015 cortó de raíz esta proyección que se ha visto frenada desde su marcha de tierras ilicitanas.

Marcelino y su lesión

Otra decena de asturianos unieron sus destinos con el Elche en algún momento, con mayor o menor relevancia. Entre esos nombres destaca el de Marcelino García Toral, exitoso entrenador hoy en día, que colgó las botas en el Martínez Valero por culpa de las lesiones.

Joaquín Villa, fichado para una promoción de ascenso a Segunda, Jacquet hijo (nacido durante la estancia de su padre en Oviedo), Saúl Fernández, Jandro, Alfonso, José Manuel, Arturo o Quini completarían el grupo de astures franjiverdes. En los banquillos, además del ya mencionado Marcial, también se sentó en su día Josu Uribe (2004-2006).

Muchos nombres que despiertan diversos recuerdos entre los aficionados ilicitanos. Unos mejores, otros peores. Pero todos entonan, con Carlos Castro ahora como referente, el «Asturias, patria querida» en Elche.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats