El Elche Club de Fútbol SAD afronta hoy dos partidos importantes que pueden marcar el futuro institucional más inmediato del club ilicitano. La Fundación, que tiene la delegación de voto del 54.7% de las acciones pertenecientes al contrato de prenda del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), y el resto de socios deben decidir si aprueban las dos ampliaciones de capital por aportaciones dinerarias, una primera de 1.355.001,60 euros y otra, a continuación, de 3.144.998,40; propuestas por el consejo de administración.

Todo ello bajo la amenaza del banco del Consell, que se opone frontalmente al aumento para no perder su mayoría accionarial que complicaría el cobro o la venta del crédito de más de 12 millones impagado por la entidad franjiverde. Además, el brazo económico de la Generalitat Valenciana ya ha avisado, a través de su director general, Manuel Illueca, de que si los patronos de la Fundación votan a favor, les presentará una demanda personal a cada uno de ellos y los llevará al juzgado porque el contrato de prenda de las acciones indica que deben defender los intereses del IVF.

Si se aprueba la ampliación de capital, como se emitirían 1.406.350 nuevas acciones, 423.438 en la primera y 982.812 en la segunda; el Instituto Valenciano de Finanzas vería reducido su porcentaje de títulos del 54,74 al 37%, por lo que ya no sería el accionista mayoritario y perdería poder y fuerza en su clara postura de vender el crédito y recuperar el dinero público con el que avaló en su día un préstamo que el Elche no pagó.

Sin embargo, si sale adelante, como pretende el consejo de administración, con Diego García y Ramón Segarra a la cabeza, los socios contrarios a este proceso de aumento de capital aseguran que el expresidente y actual máximo accionista individual, José Sepulcre, y sus socios e inversores allegados, asumirían la ampliación, lo que le situaría como dueños de la mayoría de las acciones y tendrían vía libre para una posible futura venta del club, que les permitiría recuperar el dinero que han invertido en el Elche, sin necesidad de contar con el IVF, que se quedaría con una minoría accionarial y con muy poca presión para poder cobrar.

Por su parte, desde la directiva, a través del presidente, Diego García, aseguran que la única solución para la viabilidad económica de la entidad es una ampliación de capital porque el Elche necesita dinero para evitar la disolución.

El máximo dirigente afirma que el banco del Consell no vería reducido su porcentaje mayoritario de los títulos porque llevarían a cabo una sindicación de acciones para que lo mantuviera, algo que el IVF no admite.

Dimite Cristina Martínez

El primer partido se juega a las nueve de la mañana. La Fundación, con el 54,7% de los votos, se encuentra entre la espada y la pared y debe decidir qué hace. Si la aprueba, los patronos irán al juzgado y deberán responder con sus bienes personales. Si se abstienen, Sepulcre y los suyos tienen la mayoría del resto de accionistas. Y si vota en contra, se suspenderá la ampliación.

De los patronos, Diego García, Ramón Segarra y Antonio Rocamora están al lado de Sepulcre, mientras que la concejala Cristina Martínez dimitió anoche y Toño García Hita no lo tiene todavía claro. Incluso, algunos señalan que algún patrono insolvente asumirá la responsabilidad para intentar salvar la posible demanda del IVF.

Pero si el asunto no era complejo, en el orden del día de la Fundación, en el punto dos, figura la delegación de voto en la junta de accionistas; y en el tres, el cese de los patronos Jaime Oliver y Vicente Abadía por expiración de su cargo y propuesta de nuevos patronos. Oliver ha señalado que no ha recibido ninguna convocatoria y que nadie le ha comunicado su cese, lo que podría ser una estrategia para que García, Segarra y Rocamora tengan mayoría.

La junta de accionistas está fijada para las siete y media de la tarde, pero la reunión de la Fundación de las nueve de la mañana aclarará muchas cosas de lo que puede ocurrir.