El duelo Elche-Hércules terminó con empate a uno y con la sensación de que ambos equipos se fueron a casa contentos con lo conseguido. Los franjiverdes, porque la igualada les permite tomar la segunda plaza de la tabla, tras el traspiés del Villarreal B frente al Peralada (0-3) y, sobre todo, porque su guerra está en el «play-off» y no querían perder guerreros ante el eterno rival. En el bando blanquiazul, se trataba de salir vivos para no hacer todavía más grande la herida de una campaña nefasta en la que no han sido capaces de meter la cabeza en la fase de ascenso.
Con estos condimentos, el menú del derbi no fue, ni mucho menos, el deseado, porque cada uno estaba más pendiente de salvar una situación atípica que de hacer sangre al enemigo.
La pizarra estuvo presente en los dos goles. Jony adelantó a los franjiverdes, en el minuto 42, y empató Samuel, en el 65. En sendas jugadas trabajadas en el laboratorio de ambos equipos. Las dianas de un ilicitano y un alicantino pusieron el único picante de un derbi sin alma en la que pareció existir un pacto de no agresión.
Los franjiverdes hicieron varias probaturas de cara a la hora de la verdad y perdieron durante la segunda parte ese orden tan característico en el equipo de Pacheta, mientras que a los blanquiazules les faltó esa fuerza que ya no tienen, desde hace muchas semanas, a pesar de que intentaron crecer alrededor del balón. Lo suyo fue un querer y no poder.
Un gol de Jony, en el minuto 42, a la salida de córner botado por Collantes desde la izquierda, decantó inicialmente el clásico del lado ilicitano tras una primera parte en la que hubo intensidad en ambos equipos, pero faltó fútbol cuando el balón llegaba a la línea de tres cuartos, la zona de la verdad.
El Hércules trató de llevar el control y buscó a Chechu y a Juli, pero pocas veces los encontró. Navarrete hizo una buena labor en la recuperación.
Mientras tanto, el Elche no pareció meterle la quinta marcha al encuentro mirando de reojo al «play-off». Le valió esa velocidad para irse al descanso con ventaja en el marcador con una jugada de estrategia en la que la defensa blanquiazul se fijó en Gonzalo Verdú y apareció el ilicitano Jony para batir a Falcón con un cabezazo a quemarropa.
Tanto el debutante en Liga, Guille Vallejo, como Falcón, apenas tuvieron protagonismo en los primeros 45 minutos
Tras el descanso, la tónica del partido no cambió. El Elche pareció tener más cerca el segundo gol y, de hecho, lo marcó por mediación de Manu, en el minuto 51, pero el árbitro lo anuló por un fuera de juego que no existió.
Con el 1-0 Pacheta optó por realizar varias probaturas y pasó a pensar ya en modo promoción de ascenso. Quitó del campo a Manuel Sánchez, en el 62, y el Elche perdió el equilibrio en la medular. Gonzalo Verdú adelantó su posición al centro del campo y dejó en su puesto atrás a Zotko. El técnico quería liberar de minutos al cordobés, lo que aprovechó el Hércules para pasar a dominar el duelo en la medular. Además, llegó enseguida el gol del empate de Samuel y la sustitución de Jony, con molestias. Con Nino en el campo, Benja cayó a banda y Sory Kaba saltó al campo en lugar de Collantes.
En medio de esos experimentos franjiverdes, el equipo alicantino se rearmó psicológicamente e incluso creyó en que podía dar la sorpresa. No obstante, siguió siendo un econjunto sin mordiente adelante y metido en una espiral clara, aquella en la que las piernas no responden a lo que dicta la cabeza.
Esa falta de fuerzas pudo pasarle factura a los dirigidos por Visnjic en la recta final del duelo. La inexistencia de fútbol y de orden, la suplió el Elche a base de entrega y trabajo. Esa tarea de ir a por todas pudo darle el triunfo en el derbi.
En los últimos minutos,Sory Kaba contó con dos grandes ocasiones para sentenciar el duelo, pero no estuvo acertado delante de Falcón. Fueron muy claras, pero el guineano tiró a romper, en la primera oportunidad; mientras que en la segunda le faltó puntería.
El 1-1 final resultó justo si nos atenemos al fútbol de ambos equipos. El reparto de puntos no deja heridas en ninguno de los dos bandos. A los blanquiazules les toca pensar en las cosas que han hecho mal esta campaña para no repetirlas la próxima, mientras que el Elche tiene por delante el reto de regresar a Segunda División. Darle más vueltas al llamado derbi de ayer es un asunto perdido. Al enemigo, ni agua, pueden decir ambos contendientes.
