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Reportaje Aeronáutica

Miñano regresa a la primera división del negocio de los helicópteros

Tras abandonar en 2012 Inaer, la compañía que fundó y convirtió en la más importante del ramo en España, el empresario alicantino vuelve a situarse al frente de uno de los grandes grupos del sector: Eliance

El empresario alicantino Luis Miñano. información

Lo fue todo en el sector de la aviación de servicios de emergencias. Desde el departamento de fumigación de una empresa agrícola, la mutxamelera Bonny, logró crear la mayor operadora de helicópteros del país y una de las más importantes del mundo -la antigua Inaer, ahora rebautizada como Babcock-, que abandonó en 2012, cuando la mayoría de su accionariado ya estaba en manos de fondos de inversión. Ahora, siete años después, y tras haber forjado otros intereses en sectores como el vinícola, el empresario alicantino Luis Miñano vuelve a situarse al frente de otro de los grandes grupos del sector, Eliance, al que pretende hacer crecer de la mano del fondo de inversión GED.

Un nuevo grupo, surgido de la fusión de varios operadores, con el que Miñano compite ahora de tú a tú por los contratos de las distintas administraciones con su anterior empresa, donde aún tiene numerosas amistades. Unas relaciones que no impiden, por ejemplo, que la actual Babcock (Inaer) haya presentado diversos recursos contra la adjudicación a la firma presidida por el alicantino de los helicópteros de emergencias sanitarias de la Xunta de Galicia.

Paso a paso

El regreso de Luis Miñano a la primera división de este negocio se materializó, por fases, a lo largo del año pasado. A pesar de su salida de Inaer, el empresario nunca abandonó del todo el sector, y conservó la propiedad del aeródromo de Mutxamel, la escuela de pilotos European Flyers y la firma Financecopter, dedicada a la adquisición y alquiler de helicópteros. Fue con esta última con la que el pasado mes de marzo entró en el accionariado de Habock Aviación, un grupo que había nacido en 2015 de la fusión de la catalana TAF y la madrileña Coyotair, que en los siguientes ejercicios logró integrar a otra decena de compañías. Sólo unos meses después de la entrada de Miñano, en junio, el fondo GED decidió invertir en el nuevo operador y tomó la mayoría del capital de la firma, con el objetivo de hacerla crecer tanto en España, como internacionalmente. Fue entonces cuando los socios decidieron situar al frente del consejo de administración al alicantino y lo nombraron presidente.

Eso sí, una presidencia no ejecutiva, ya que el día a día de la firma lo lleva el equipo directivo, según aclara a este diario el propio Miñano, que asegura que su apuesta es algo vocacional. «Ante todo, soy aviador. Llevo la aviación en la sangre y lo cierto es que casi toda mi vida profesional ha estado vinculada al sector y creo que seguirá así mientras viva», defiende el empresario. «Supongo que consideraron que mi experiencia y reputación en el sector era valiosa y que podía aportar a esta compañía que estaba creciendo, sobre todo en esos planes de expansión internacional», señala el también piloto. Más tarde, en otoño, la gestación del nuevo grupo se completó cuando sus nuevos propietarios optaron por rebautizarlo con el nombre de Eliance.

A pesar de que Miñano insiste en que no existe ningún tipo de confrontación con su antigua compañía, lo cierto es que en estos momentos Babcock (Inaer) y Eliance son dos de los principales competidores del negocio de la gestión de medios aéreos para emergencias. Las dimensiones de este último todavía son bastante inferiores, pero las cifras empiezan a ser ya más que significativas.

El nuevo grupo del empresario alicantino opera ya en España, Italia, Chile y Argentina a través de 70 bases operativas. Además, cuenta con unos 300 profesionales y dispone de 85 aeronaves, entre avionetas y helicópteros, con los que factura alrededor de 50 millones de euros, según las fuentes consultadas. De cara al futuro, los planes de la firma pasan por extender su actividad a países como Perú, Colombia o Cuba. Es decir, todo apunta a que Miñano y sus socios quieren repetir el éxito de la anterior aventura del alicantino en este sector.

Tradición bodeguera

En cualquier caso, ahora el empresario alicantino deberá compatibilizar sus tareas en el grupo aeronáutico con el otro gran negocio que ha puesto en marcha, MGWines, en el que recoge la tradición bodeguera de su familia. Fundado en 2014, el grupo reúne seis bodegas de Alicante, Albacete, Murcia y León, y produce más de un millón de botellas, con una facturación de 4,5 millones de euros.

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