Las empresas familiares, que representan una parte fundamental en el tejido productivo de la provincia, empiezan a considerar la preparación del relevo generacional en las compañías como un asunto prioritario de cara a proteger la transición, pero, igualmente, para avanzar en la supervivencia de las mismas, toda vez que menos del 10% de las empresas familiares logran llegar a la tercera generación. En este contexto, este tipo de sociedades están apostando por la sucesión en vida como fórmula para fortalecer el relevo, frente a la vía habitual de que los herederos accedan al control de la empresa una vez hayan fallecido los padres o el fundador, según explicaba ayer Olga Maestre, abogada de Gesem. La consultora celebró ayer un encuentro en Elche con un centenar de empresarios de la provincia en el que sus expertos desgranaron la actualidad legislativa para este año en distintas áreas. Gesem celebra esta jornada todos los años «para que los industriales puedan conocer y aplicar las herramientas que les llevarán a ser más eficaces en su actividad», según fuentes de la consultora ilicitana.
En su intervención, Olga Maestre subrayó que cada vez hay más firmas a nivel global, pero también en la provincia, que apuestan por la opción de la sucesión en vida en las compañías familiares, frente a los mecanismos tradicionales, «porque planificar el relevo es importante para que este se realice con éxito», incidió la abogada. «Las donaciones o las compraventas a favor de estos terceros (nueva generación familiar en las empresas) permiten una sucesión en vida e, incluso, la convivencia de varias generaciones al mismo tiempo. Una situación que posibilita que los jóvenes directivos puedan aprender de la experiencia de los fundadores y que haya una transmisión de conocimiento de cara fortalecer la andadura profesional», añadía Olga Maestre.
Protocolos para evitar el fracaso
Hasta el momento, el 70% de los cambios generacionales en las compañías se realizan cuando ha fallecido el fundador, lo que, a veces, ha provocado fracasos o problemas para mantener las empresas durante varias generaciones, «pero cada vez hay más que planifican la sucesión a través de distintas herramientas, como los protocolos familiares o el Consejo de Familia, en los que se plasman las reglas del juego ante la incorporación de las nuevas generaciones a la toma de decisiones de la empresa», añadía Maestre. La abogada subrayaba que estos instrumentos son «desconocidos por buena parte del empresariado alicantino, pero muy útiles para proteger la sucesión». También es cierto, explicaba la experta, que estas situaciones no se contemplaban hasta ahora en muchas empresas alicantinas porque la mayoría tiene de media de poco más de 30 ó 40 años de trayectoria. «Pero, ahora, es importante. Además, la fórmula de la sucesión en vida se está produciendo a nivel global, y es una opción por la que están apostando grandes compañías, por lo que las pymes también están secundando esa tendencia».
Impuesto de Patrimonio
Por otra parte, José Gómez, asesor fiscal en Gesem, puso sobre la mesa el aspecto de la fiscalidad. En este sentido, señaló que la exención de las participaciones sociales en las empresas familiares en el Impuesto sobre Patrimonio y la bonificación del 95% en el de Sucesiones y Donaciones son «dos mecanismos fiscales necesarios para proteger la sucesión en la empresa familiar. Sin embargo, son pocas las sociedades que cumplen los requisitos para acceder a ambas cláusulas, bien por desconocimiento o porque ven muy lejano el relevo», dijo el asesor fiscal.
Regular la herencia y la profesionalización de los nuevos directivos son claves en la transición, incidió Gómez, quien, también, apuntó como «deseable la homogeneización de la normativa tributaria en España», señalando que en la Comunidad las tarifas que se aplican suponen un coste elevado en comparación con otras autonomías.
Prepararse para el impacto tributario aduanero por el Brexit
Los efectos que el Brexit, la desconexión de Reino Unido de la UE, tendrá para los operadores en comercio exterior de la provincia también ocuparon parte de la jornada técnica. El responsable del área fiscal de Gesem, Manuel Gabaldón, advirtió a las empresas que la salida de Gran Bretaña, sea cual sea, significará la aplicación del IVA (en el caso de las importaciones), así como diferentes aranceles o requisitos en cuanto a certificaciones de productos o fitosanitarias, autorizaciones o controles en las aduanas. Unos efectos para los que las empresas que comercien con Reino Unido «deben prepararse, modificando sus programas operativos internos para afrontar las nuevas obligaciones de información en materia fiscal», insistió Gabaldón.
