Las lluvias que aparecieron al mediodía de ayer en gran parte de la provincia van a retrasar el inicio de la vendimia, que este año iba a comenzar en fecha, frente al adelanto que sufrió la campaña anterior por la sequía y el calor. Además, las tormentas obligaron a paralizar ayer la recogida de uva de vinificación en las zonas productoras que ya habían comenzado puntualmente la recolección de las variedades blancas más tempranas, como la Marina Alta y el Vinalopó.
El sector alicantino del vino confía, ahora, que después de las precipitaciones no se produzca un brusco aumento de las temperaturas. Ese escenario, «sin que, además, se mueva aire», podría favorecer la aparición de hongos y perjudicar la cosecha, que este año se prevé «prometedora» en calidad y cantidad, según señalaban algunos productores. Así, en estos próximos días en que las previsiones meteorológicas mantienen el riesgo de lluvias -hasta el sábado- las bodegas alicantinas estarán pendientes del cielo.
Desde el Consejo Regulador Vinos de Alicante señalaban que, pese a la inquietud, «de momento, las lluvias solo retrasan la maduración de la uva, y, por tanto, la vendimia. Pero si las precipitaciones no van a más, en dos días da tiempo a que la tierra que se ha encharcado se recupere», indicaban en el ente regulador. En zonas que ya habían iniciado la vendimia incidían en que «esta lluvia será buena o mala en función de la temperatura que haga en los próximos días». Y tras la paralización de ayer de la recogida de uva, confían en que hoy puedan reanudar los trabajos y mantener la dinámica de recolección que van marcando las uvas de las variedades más tempranas.
«En parámetros normales de fecha» y «una cosecha que promete» eran las previsiones que algunos productores y el propio Consejo Regulador avanzaban ayer por la mañana -antes de las lluvias- sobre la campaña de este año. Ahora, la vendimia se demorará unos días por las precipitaciones, pero los pronósticos para la recolección se mantienen, a no ser que incidencias meteorológicas importantes las modifiquen.
De momento, la previsión de la cosecha de uva de vinificación es que pueda aumentar entre un 10% y 15% en relación con la del pasado año, en la que se recogieron 26,3 millones de kilos de uva. Un incremento que volvería a situar a las bodegas de la Denominación de Origen Vinos de Alicante en «un umbral estable para la superficie que tenemos, unas 2.200 hectáreas», señalaban en el Consejo. Este avance supondría, además, una importante recuperación en relación al año anterior cuando la producción bajó alrededor de un 18% debido a la sequía y al calor que se registró a lo largo del año.
En esta campaña, sin embargo, las condiciones han sido más favorables. «Como antes no ha habido lluvias y las que se registraron en enero y febrero fueron oportunas para la uva, ha sido un año muy estable. Aunque seguimos en situación de sequía, en los momentos de maduración del fruto no ha hecho mucho calor», incidían en el Consejo.
Desde la organización agraria Asaja se prevé que se contrate a más de 2.500 trabajadores a lo largo de todo el periodo de la campaña.
