«Las calles de la ciudad de Benidorm se han convertido en un gran estacionamiento público de bajo coste». Esta es la crítica que el presidente de la Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm y Comarca (Aico), Raúl Parra, hace en relación con la ORA en esta localidad.
Parra señala que «gracias a la app móvil, los usuarios pueden renovar constantemente el tiempo de autorización para que su coche permanezca estacionado sin necesidad de estar por la zona» y hace hincapié en que cuando los usuarios tenían que bajar y poner ticket cada que se agotaba el tiempo, se veían obligados a moverlo.
Las áreas de estacionamiento regulado están planteadas como una medida para que exista rotación de vehículos. En la propia web de la UTE de la ORA se indica que existe «una limitación de tiempo máximo de aparcamiento de dos horas». Este límite de tiempo también está reflejado en la ordenanza municipal. Sin embargo, en la práctica no se lleva a cabo ningún control en ese sentido.
Desde el grupo municipal Ciudadanos, su portavoz, Juan Balastegui, señala que «la zona azul, sobre todo en el centro, debería funcionar como en otras ciudades en las que puedes aparcar durante un máximo de 2 horas y luego tienes que cambiar».
Esta medida siempre ha sido defendida como un intento por favorecer a los residentes de la ciudad para que tengan la posibilidad de aparcar el coche cerca de su vivienda, especialmente por las noches cuando vuelven de trabajar. No obstante, Balastegui señala que «el objetivo de la zona azul no debe ser para facturar y ya está. Debe servir para encontrar aparcamiento más fácilmente».
Esta preocupación también la tienen trabajadores y residentes, ciudadanos que durante el invierno y el otoño no tienen problemas para aparcar en la vía pública, pero que cuando llega la Semana Santa, algún puente vacacional o el periodo estival, encuentran serias dificultades para encontrar un sitio en la calle. Y es que aparcar en la zona azul es la formula más económica, a diferencia de lo que ocurre con los parkings públicos, en los que dejar un turismo durante todo un día cuesta poco más de 20 euros; le siguen los propios parkings de los hoteles, ya que esta opción cuesta entre 10 y 15 euros, cada día. Por último, el coste más bajo lo tienen las plazas de estacionamiento regulado, donde todo un día cuesta en torno a 4,50 euros.
Parkings
Desde Aico también se ha pedido al Ayuntamiento en varias ocasiones que busque la manera de que las concesionarias de los aparcamientos públicos de la ciudad bajen las tarifas, por lo menos durante la temporada baja, eso con la finalidad de atraer más a la gente de otros municipios de la provincia, esperando que esa afluencia de visitantes redunde en un mayor consumo.
También desde Cs se han pronunciado en este sentido. Juan Balastegui propone que «gestionemos directamente el parking de la Aigüera a partir del 1 de julio», haciendo énfasis en que así se podrían establecer tarifas más baratas para ayudar a residentes, trabajadores y visitantes a aparcar allí y de esa manera descongestionar la zona azul.
El portavoz de Ciudadanos también habla sobre los parkings disuasorios. Así, valora positivamente la habilitación de estos espacios en diversos puntos periféricos de la localidad. Sin embargo, lamenta que «no exista un transporte público más rápido y cómodo que conecte la ciudad con dichas instalaciones, para que realmente sea una buena opción para los visitantes».
