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La Vila Joiosa

Un desastre de obra en el Hospital de la Marina Baixa

Sanidad cierra habitaciones recién reformadas en el centro porque las puertas se descuelgan o los marcos son muy estrechos

Un desastre de obra en el Hospital de la Marina Baixa

Paredes llenas de desconchones, puertas que se descuelgan porque pesan más de lo que los muros pueden soportar o marcos demasiado estrechos, tanto que por ellos no pueden entrar ni salir las camas o camillas para trasladar a un enfermo. Ésta es parte del resultado de la reforma que la Conselleria de Sanidad llevó a cabo durante el último semestre del pasado año en la planta de Especialidades Quirúrgicas del Hospital Comarcal de la Marina Baixa, ubicado en La Vila Joiosa. Ahora, poco más de un mes después de que la planta volviera a entrar en funcionamiento, la dirección del departamento se ha visto obligada a cerrar otra vez sus habitaciones, aunque ahora de forma escalonada y junto a otras en las que sí hay pacientes, para reparar todos los desperfectos de una reforma que, en todos los sentidos, ha sido para olvidar.

La oferta más económica

La Conselleria de Sanidad adjudicó los trabajos de remodelación de toda esta planta a la oferta más baja de las que se presentó a concurso, la de la mercantil Yomee Energy Services, que también tiene contratado el mantenimiento del propio Hospital y que ofreció ejecutar las obras por un importe de 114.000 euros. Esta cuantía suponía una rebaja de cerca de 60.000 euros sobre el precio inicial de licitación, según apuntaron en su día los técnicos en su informe de fiscalización. Fuentes sanitarias explicaron ayer que el hecho de ser la oferta más económica ya tuvo consecuencias durante el tiempo en el que se prolongó la obra. Pero, quizás, los peores efectos se han dejado ver ahora, cuando están saliendo a la luz los numerosos desperfectos de los trabajos ejecutados. Por partes.

La dirección del departamento sanitario cerró las 17 habitaciones de la planta de Especialidades Quirúrgicas el pasado mes de julio, con la esperanza de que las obras se ejecutasen durante los meses de verano, cuando la actividad sanitaria y las cirugías disminuyen debido a las vacaciones del personal. Lejos de esa planificación inicial, no fue hasta bien entrado septiembre cuando la adjudicataria inició la reforma integral de esta planta. En los primeros días, con muy pocos operarios: «Hubo días en los que había solo un obrero», aseguraron ayer fuentes sindicales.

Ultimátum por los retrasos

La obra, que inicialmente debía durar un par de meses, se prolongó hasta mediados de diciembre, después de que la propia dirección del centro diera un ultimátum a la constructora porque no podía mantener durante más tiempo las 34 camas cerradas. De hecho, como contó en su día este diario, los retrasos acumulados en esta reforma y el cierre de otra planta para la sustitución de los falsos techos de escayola, obligó a Sanidad a desviar enfermos a otros hospitales de la provincia porque en La Vila no había camas disponibles para hacer ingresos.

Después de aquello, la empresa envió operarios para terminar a toda prisa los trabajos, que a mediados de diciembre fueron recepcionados por la Conselleria para poder reabrir. Sin embargo, la ilusión por poder disponer de unas instalaciones totalmente remodeladas ha durado poco. Así al menos lo reconocen en el Hospital, porque todavía no han pasado dos meses desde que reabrió la planta y los desperfectos vuelven a mantener inutilizables algunas de sus habitaciones.

Los desperfectos

¿Cuáles son los principales defectos en la construcción? Ahí van unos cuantos. La habitación 2314, por ejemplo, ha tenido que ser clausurada debido a que el marco de la puerta instalado por la constructora debería tener una anchura de 112 centímetros y escasamente supera los 70, según aseguraron fuentes del centro. Consecuencia: que es tan estrecho que es imposible que por él pase una cama o una camilla de las que se utilizan para trasladar a los enfermos, de modo que los responsables sanitarios han optado por dejar sin uso la habitación y están estudiando la posibilidad de destinarla a crear un almacén por darle alguna utilidad. El perjuicio para los pacientes: dos camas menos de hospitalización.

Otro ejemplo: El proyecto preveía la colocación de unas puertas livianas pero se acabaron colocando otras macizas. Como las paredes son de yeso y no soportan bien el excesivo peso de las puertas, la mayoría de marcos se están descolgando, lo que ha obligado a poner pegotes de cemento en muchas puertas para evitar que se acaben viniendo abajo, explicaron fuentes del propio Hospital.

Y todavía hay más. Porque, según los sanitarios, muchos enchufes de los baños se han colocado al lado y a la misma altura que los grifos incumpliendo la normativa; hay numerosas paredes con desconchones; y un sinfín más de problemas que ahora la Conselleria está intentando solucionar.

La gerente del departamento, Rosa Louis Cereceda, culpó de toda esta situación a la empresa adjudicataria y explicó que se ha negociado para que realice todas las reparaciones a coste cero para la Generalitat. Igualmente, indicó que desde hace unos días se están llevando a cabo todas las reparaciones necesarias y confió en que todos los fallos estén solventados pronto.

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