«Somos protagonistas sin que nos hayan ni preguntado». Así señaló ayer en su ponencia la edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, durante una jornada organizada por el instituto Juan Gil-Albert y la Diputación de Alicante. El acto se celebró en el Ayuntamiento de Benidorm para debatir sobre la nueva Ley de Turismo de la Generalitat, un texto que fue aprobado el pasado verano y cuya aplicación ha abierto el melón de las viviendas de uso turístico. Caselles pidió al Consell más reglamentación para aclarar la ley.
La norma autonómica deja en manos de las administraciones locales la posibilidad o no de autorizar los pisos vacacionales, algo que reprochó ayer duramente la edil de Urbanismo a la subdirectora general de Turismo, Isabel Palafoix, ante la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, y Sebastián Fernández, exdirector general de Turismo y miembro de la sección de Derecho del Turismo de colegio de Abogados de Alicante (Icali), también presentes en el debate.
De ahí que Caselles aprovechara la ocasión para ser clara ante la representante de Turismo. Por su parte, Nuria Montes achacó el problema a la «hotelización de las viviendas turísticas». «Siempre han existido, el problema es que ahora se acortan las estancias», destacó, a la vez que reivindicó que los pisos no pueden tener «hoteles clandestinos».
