El nuevo asesor de Ciudadanos por Benidorm (CBM), Juan Antonio Lizancos, seguirá integrado en el Consejo Vecinal de la ciudad turística a pesar de que el resto de miembros del citado órgano de participación ciudadana han votado esta mañana en sesión ordinaria solicitar su dimisión. Las dudas sobre la falta de ética a la hora de compatibilizar ambos cargos han sido las que han llevado al ente, liderado por Fernando Montes como vicepresidente primero, a pedir la salida de Lizancos, quien ha rechazado esta exigencia en base a la ausencia de ilegalidad.

Donde sí ha cedido Lizancos ha sido en su cese como representante del Consejo Vecinal en diferentes comisiones municipales -Consejo de Escena Urbana o Consejo de Movilidad, entre otras- como también pedía el resto de integrandes del órgano de paricipación ciudadana. Así, el propio Lizancos ha votado a favor de todas aquellas propuestas en este sentido que ha leído Fernando Montes. Asimismo, el órgano que preside el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha aprobado el inicio de la modificación del reglamento para regular este tipo de, a su juicio, "incompatibilidades".

La sesión no ha estado exenta de polémica. La urgencia por debatir la salida de Lizancos ha encendido la mecha. El Consejo Vecinal quería afrontar este asunto de forma previa al resto de puntos ordinarios de la reunión, algo que finalmente no se ha realizado ya que hubiera contravenido la normativa local, como ha indicado tanto el alcalde, en primera instancia, como después lo ha hecho una técnico municipal. Finalmente, el asunto se ha abordado en el turno de ruegos y preguntas. Todo este debate previo ha calentado los nervios que han terminado por estallar después durante la discusión en torno a Lizancos, que se ha saldado con su salida de los órganos donde representa el Consejo Vecinal pero seguirá integrando parte del mismo y un fuerte cruce de acusaciones entre concejales y parte de miembros del consejo.