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Benidorm

Los juzgados de lo civil de Benidorm reclaman más medios al triplicar su volumen de trabajo

Los señalamientos en el juzgado número 1 de Primera Instancia se demoran más de dos años

Una imagen de Palacio de Justicia de Benidorm JOSÉ ANGEL FLORES

Las agendas de los juzgados de primera instancia de Benidorm de 2015 y 2016 están totalmente repletas. Por lo tanto, los señalamientos en lo civil padecen retrasos de más de dos años y la carga de trabajo de sus funcionarios triplica lo que se supone que deberían asumir. Se encuentran al 330%, según fuentes del propio Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). Los dos años de demora se producen en el número uno mientras que en los otros tres (2,3 y 4) sus funcionarios «están haciendo un esfuerzo sobrehumano para que no se retrasen más de tres o cuatro meses», indicaron fuentes judiciales.

Ante esta situación de colapso el grito que surge es de auxilio, como en otras sedes judiciales de España ante la situación precaria que viven actualmente. Desde el benidormense solicitan un juez que a tiempo completo refuerce, de manera transversal, los juzgados de primera instancia 1, 2 y 3, que es donde se encuentra el principal atasco, según señalan a este diario fuentes judiciales vinculadas al Palacio de Justicia de Benidorm. Las mismas fuentes indican que estos órganos judiciales de los civil también precisarían de un secretario judicial y un funcionario más por juzgado, además de una prolongación del horario de trabajo de los mismos.

De momento, de toda esta «carta a los Reyes Magos» (al Ministerio, a la Generalitat y al Consejo General del Poder Judicial) realizada desde la capital del turismo, el CGPJ sólo ha convocado, para estos tres juzgados de lo civil, una plaza de magistrado en comisión de servicios, sin relevación de funciones propias. Según las fuentes judiciales antes apuntadas, esta medida es un auténtico «brindis al sol», puesto que en este tipo de plaza el juez «debe seguir atendiendo su oficina judical y además, voluntariamente, las de Benidorm. Actualmente, ningún magistrado puede asumir el trabajo de su juzgado y además el de otros tres. Probablemente, quedará desierta», explican.

El CGPJ también ha sacado otra plaza de refuerzo, en las mismas condiciones, para el juzgado de lo Social de Benidorm, que se encuentra con una carga de trabajo del 170% y está señalando a noviembre de 2015.

Dos problemas importantes

Uno de los culpables de toda esta situación de atasco es, por un lado, el estado de crisis que vive nuestro país, según las fuentes antes citadas. El exceso de problemas empresariales, impagos de hipotecas, concursos de acreedores... Conflictos que vienen siendo una constante desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.

Por otro, es la situación estructural de la justicia civil en Benidorm desde 2004, fecha en la que se dividió la jurisdicción en civil y penal (las oficinas judiciales de primera instancia y de instrucción), que no permite reducir la pendencia de asuntos, pues no se creó ningún juzgado hasta 2010 -cuya implantación fue suspendida por falta de fondos de la Generalitat-, y que, según las mismas fuentes, se ha intentado paliar mediante la transformación de un juzgado de instrucción en uno de civil en enero 2014. Sin embargo, el resultado no ha sido el esperado. Aseguran que no ha tenido ningún tipo de impacto en la resolución de asuntos, que sigue creciendo. «Algunos jueces, secretarios y funcionarios están muy agotados y presionados por las quejas de abogados totalmente justificables. Incluso a nivel personal», apuntillan.

Mientras tanto, estas fuentes ligadas al Palacio de Justicia de Benidorm también recalcan que los juzgados de instrucción no llegan al 60% de carga de trabajo recomendable por los módulos aprobados por el CGPJ. Y el de Violencia de Género no soporta ni el 40 por ciento. «Nos encontramos ante una situación de abandono a la jurisdicción civil de más de una década», advierten.

Por contra, desde el TSJCV aseguran que todavía es pronto para valorar los beneficios de la transformación de un nuevo juzgado. «Son seis años de saturación de trabajo. En un año, solo una nuevo órgano, no puede desbloquearlo todo. Es algo que podremos sopesar mejor cuando lleve mucho más tiempo funcionando», reseñan.

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