El Gobierno ha abierto esta semana el grifo del Tajo y ha comenzado a trasvasar los 104 hm³ que había ido aprobando mensualmente desde octubre de 2019 pero seguían embalsados en los pantanos de Entrepeñas y Buendía. Primero por la rotura que sufrió la canalización durante la gota fría de septiembre, y después por el «castigo» impuesto por el Ministerio a los regantes del Campo de Cartagena, a los que acusó de contaminar el Mar Menor. La Confederación Hidrográfica del Tajo envía desde el lunes el agua razón de 14 metros cubicos por segundo o, lo que es lo mismo, 1,2 hm3 al día.
Un caudal que viene de perlas al sector agrícola porque comienza brotar el arbolado, continúa regándose las hortalizas de invierno y hay que plantar las de verano. Además, el calor de las últimas semanas y el aire seco de poniente ha provocado un aumento de la evaporación y, por lo tanto, la necesidad de agua riego para las hortalizas de invierno. Por otro lado, la granada, cultivo de estrella en municipios, entre otros, como Elche y Albatera, ya ha brotado y «resulta urgente regarla», apunta Ángel Urbina, presidente de la SAT San Enrique.
En cuanto al trasvase que debe aprobarse para este mes de marzo, el Ministerio para la Transición Ecológica baraja enviar nos 20 hm³ de agua del Tajo para salvar el humedal de las Tablas de Daimiel. Decisión que afectaría, de nuevo, al trasvase a Alicante y complicaría la trasferencia de los 38 hm³ que corresponden por ley. La entrada de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía, punto de arranque del trasvase Tajo-Segura, ha posibilitado que el domingo, 1 de marzo, la cantidad de agua embalsada fuera de 661,54 hm³.
Cantidad a la que restados los 66,6 hm³ aprobados entre octubre de 2019 y febrero de 2020 dan una cantidad trasvasable de 595 hm³, cuatro por encima del caudal de referencia (591 hm³) a partir del cual, y según las normas de explotación del trasvase, se pasa a situación 2 o, lo que es lo mismo, el Ministerio para la Transición Hidrológica está obligado a transferir por ley, 38 hm³, la cantidad máxima sin que deba haber informe de los técnicos. Es decir, que para este mes de marzo, el Gobierno autorizará 38 hm³ que se sumarán a los 66,6 hm³ que se subirán la deuda a un total de 104,6 hm³ que han empezado a llegar ya al sur de la provincia.
Por otro lado, Mientras el Ministerio para la Transición Ecológica se muestra flexible, desde Castilla-La Mancha sigue la tensión. Ayer, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, recordó el compromiso que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, suscribió en la pasada legislatura durante el encuentro entre ambos dirigentes en el Palacio de la Moncloa para que las desaladoras de Alicante y Murcia funcionen «al cien por cien» a finales del próximo año, un extremo que hará «innecesario», según García-Page, continuar trasvasando agua desde la cabecera del Tajo, aunque sí que habrá que «discutir precios».
Así se pronunció García-Page durante la inauguración de una nueva edición de la Feria Apícola de Pastrana, donde consideró que la «batalla» del agua «se va a ganar» en Castilla-La Mancha. El presidente castellano-manchego subrayó que la «estrategia progresiva» del Estado en cuanto a la limitación de los trasvases «tiene que ver con la carencia progresiva de agua» en el territorio nacional.
Recurso
Por otro lado, el Gobierno de Murcia acordó ayer interponer un recurso por la vía de lo contencioso-administrativo frente a la Orden del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de 27 de febrero, por la que se autorizó un trasvase de 16,2 hm3 desde los embalses de Entrepeñas-Buendía. Según el Ejecutivo murciano, este trasvase «va en contra de las recomendaciones técnicas de la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, que aconsejaban el envío de 20 hm3 atendiendo a criterios únicamente técnicos». Ana Martínez Vidal, portavoz del Ejecutivo regional señaló que el Gobierno de Pedro Sánchez «sigue empeñado en dejar sin agua a la Región». Se trata, añadió, de una decisión «otra vez arbitraria y sectaria que el Gobierno de Pedro Sánchez no oculta».
Martínez aseveró que el Gobierno central «se esconde en eufemismos como que todas las cuencas deben tender a la autosuficiencia», según la portavoz, quien recordó que la cuenca del Segura es «estructuralmente deficitaria», tal y como está definido en el Plan Hidrológico Nacional y el Plan Hidrológico de cuenca.El Consell, por su parte, no tiene previsto recurrir la reducción de 4 hm3 en este trasvase.
Reparación del trasvase
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha concluido la reparación del canal del trasvase, que se vio seriamente dañado en Los Valientes durante el temporal que afectó a la cuenca del Segura en el mes de septiembre. Gracias a las obras de emergencia que se han llevado a cabo y que ya han concluido, los usuarios de las aguas del trasvase ven restituido el servicio y además se mejorará la calidad de las aguas circulantes en la Vega Baja, ayudando de esta forma a los regadíos de la zona. El presidente de la CHS, Mario Urrea, ha visitado hoy el lugar, y ha estado acompañado por el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez; por la presidenta de la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT), Francisca Baraza; y por el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez.
La grave rotura que sufrió la infraestructura provocó que se viese afectada la planta potabilizadora de la MCT en Torrealta y más del 34% de la superficie regable del trasvase. El canal de la Margen Izquierda tiene una longitud total de 55 kilómetros hasta el embalse de La Pedrera. Se rompió en el kilómetro 23, por lo que se vieron afectados 32 kilómetros hasta la Pedrera y 30 del canal de Crevillente. En menos de un mes tras la rotura, la CHS finalizó un baipás provisional que permitió que el agua volviera a circular y que llegaran recursos a la planta potabilizadora de la MCT. Ahora, las obras concluyen definitivamente y se restaura por completo el servicio.
Descripción de las obras
Las obras principales se iniciaron con la demolición del resto del canal que había quedado colapsado una vez se produjo el gran socavón. A la misma vez se ejecutaba una ataguía de tierras con el fin de contener las aguas que aun discurrían por la propia rambla y que impedían alcanzar la base de la obra de drenaje arruinada. Para alcanzar la base de la obra de paso antigua, se han tenido que excavar del orden de 21.000 m3 de tierras.
Desde el primer momento del colapso del canal, se empezó a trabajar en una fuente de suministro alternativo de los caudales mínimos necesarios, ejecutando un sifón que ‘baipaseaba’ la rotura del canal mediante dos tuberías capaces de suministrar unos 3 m3/s.
Una vez alcanzada la cota de cimentación de la nueva obra de fábrica, debido al mal estado de dicho estrato, se decide la ejecución de una mejora del terreno mediante la ejecución de escollera compactada y sobre ésta una base de hormigón sobre la que apoyar directamente la solera de los nuevos marcos. Se han empleado del orden de 2.000 m3 de escollera y 1.450 m3 de hormigón.
Para la ejecución de la estructura de hormigón armado, se han empleado unos 1.800 m3 de hormigón y casi 285.000 kilos de acero; dada la altura y espesores de hastiales y forjado, se ha tenido que recurrir al empleo de cimbra autoportante con un volumen aparente de casi 3.000 m3. Finalmente, se ha procedido al relleno del terraplén hasta la cota del canal con un volumen total del orden de 17.500 m3 debidamente compactado y controlado.
La reconstrucción de los paños del canal, que ha ascendido a un total de casi 920 m2 entre soleras y cajeros, se ha llevado a cabo mediante hormigón proyectado con fibras de polipropileno además de malla electrosoldada de acero.
En la rambla Salada, las obras de emergencia que se han llevado a cabo han consistido principalmente en la ejecución de dos marcos de hormigón armado con unas dimensiones interiores de 5,5 x 4,5 metros cada uno, mientras que también se han ejecutado dos hincas mediante tubería de hormigón armado en una rambla secundaria por su margen derecha.
