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El temporal de lluvias asegura el abastecimiento hasta final de año y ahorra 30 millones al campo

El mes de abril más lluvioso desde 1946 llena los embalses y recupera los acuíferos de la provincia - Las precipitaciones salvan de la ruina cultivos de secano que los agricultores daban ya por perdidos

El temporal de lluvias asegura el abastecimiento hasta final de año y ahorra 30 millones al campo

El mes de abril más lluvioso desde 1946 va a representar un antes y un después para analizar los efectos de la sequía que castiga la provincia desde hace cuatro años y que, gracias a los 150 litros por metro cuadrado de media recogidos en muchos municipios en cuatro días, posibilita que el suministro de agua para consumo urbano esté ya asegurado hasta final de año y los agricultores se ahorren 30 millones de euros en agua de riego.

Algo excelente, por ejemplo, para el sector turístico y Benidorm, ya que su suministro depende del agua que cae del cielo y de la que se extrae de los acuíferos, pues sigue sin arrancar la desaladora de Mutxamel. En el campo, el efecto ha sido balsámico porque se recuperan los acuíferos y la lluvia ha supuesto el caudal equivalente a un trasvase de 150 hm³, que si se tuviera que comprar representaría un coste de 30 millones de euros.

Xàbia ha sido el municipio de la provincia en el que más lluvia se recogió durante este episodio de gota fría, al acumular 278 litros/m² en un solo día, el domingo. En la Marina Alta no se recogía tanta agua en una jornada desde el 11 de noviembre de 1996, cuando en el centro de Dénia se registraron 420 litros/m². «La Marina Alta es la comarca española donde más llueve de forma torrencial», recordó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. Fuera de la Marina Alta, ha sido en el observatorio del Laboratorio de Climatología en el Maigmó, en Tibi, donde se ha registrado la cifra más alta de precipitaciones: 270 litros por metro cuadrado desde el pasado jueves.

Históricos han sido los tres días de lluvia para la agricultura, ya que los 150 litros por metro cuadrado recogidos de media entre el jueves y el domingo representan un aumento de las reservas de 150 hm3 de agua de excelente calidad, que ahorran un riego, recuperan acuíferos y embalses, y dejan reservas para riego hasta al menos el verano, lo que supone un ahorro para los agricultores de unos 30 millones de euros, cantidad que se tendría que pagar en caso de comprarla, según las estimaciones del Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante.

Curiosa también la situación que se vivió, por otro lado, el fin de semana en la Vega Baja con miles de litros de agua dulce yendo al mar por el cauce del río Segura que «más tarde tendremos que desalarla y pagarla para nuestros campos», según apuntó José Andújar, presidente de la Federación Valenciana de Comunidades de Regantes y vicepresidente del Tajo-Segura.

El agua salva los cultivos de secano que estaban prácticamente arruinados: trigo, cebada, almendros, vid y representa un alivio total para los cultivos leñosos como olivos, granados, hortalizas e higueras. Salvo en Torrevieja, donde el agua causó estragos en las zonas inundables ocupadas por el urbanismo, no se recordaba un agua tan importante en un mes de abril, clave para las plantaciones, desde hace 70 años.

Y todo a diez días de conocer cómo queda el trasvase Tajo-Segura para los próximos cinco meses. Como también ha llovido en Castilla-La Mancha se reabre la esperanza de que pueda haber reservas para mantener, incluso, el trasvase máximo. Algo, hoy, menos preocupante gracias al agua caída el pasado fin de semana.

«Nuestros acuíferos son grandes aliados de la agricultura de regadío y de los abastecimientos urbanos y turísticos. La fuentes del Algar han vuelto a brotar, lo mismo que la Font de l'Arc en Sella, donde ya había problemas. El efecto va a ser extraordinario pero hay que esperar todavía unos días para ver la evolución de las reservas pero va a ser positiva fijo», subrayó Antonio Rico, director del Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante.

Ganancia

Ayer, los embalses ya comenzaban a registrar aumentos en sus reservas. Así, el pantano de la Pedrera, regulador del agua del trasvase del Tajo y donde va a parar el agua desalada, ha ganado 3 hm³ en una semana y todavía es pronto para tener una evaluación más concreta. El embalse de Beniarrés ha ganado también 4 hm³ y uno ha ganado el embalse de Guadalest. El pantano del Amadorio está, de momento, igual, pero se espera que comience a recibir abundante caudal cuando arranquen los bombeos en el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa.

{C}

Buenas noticias las que llegan también desde el complejo de embalses de Entrepeñas y Buendía, puerta de arranque del trasvase Tajo-Segura. La lluvias que han caído sobre Castilla-La Mancha han dejado unas reservas de 597 hm³, ocho hectómetros cúbicos más que el lunes 15 de abril. Lejos, y casi imposibles de alcanzar, de los 645 hm³ que debiera haber el 1 de mayo para que correspondiera aprobar un trasvase de 38 hm³ y no de hasta 20 hm³ como establece la ley. No obstante, hoy, la situación hídrica en la provincia es extraordinariamente mejor que hace una semana.

Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, explicó ayer que «ha sido una situación extraordinaria, porque las nubes de la borrasca se anclaron sobre el sur de la Comunidad Valenciana y no paró de llover pero, afortunadamente, y pese a los problemas puntuales en algunos municipios, muy bien. En estas situaciones de gota fría los finales son impredecibles pero todo apunta a que a partir del miércoles ya desaparece el riesgo de lluvias».

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