Las intensas lluvias registradas en los últimos días han servido para aliviar la situación en la que se encontraban los embalses de Beniarrés y Guadalest tras el largo período de sequía. Las precipitaciones han servido para almacenar cinco hectómetros cúbicos de agua, cuatro y medio en el caso de Beniarrés, que se sitúa al 60% de su capacidad, y poco más de medio en el de Guadalest, que se queda en el 40%. El embalse de Amadorio, sin embargo, permanece al 25% de su capacidad con 3,99 hectómetros, dado que apenas ha registrado variaciones.

El temporal también ha recargado acuíferos e incrementado el caudal de los ríos, lo cual se ha puesto de manifiesto con el espectacular Chorro del Salt en Alcoy, que ha reaparecido, y las impactantes imágenes del Barranc de l'Encantada en Pklanes y el pantano de Tibi, que como es habitual en estos casos, se ha vuelto a desbordar.