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Los vecinos atacan a todos los partidos por "boicotear" la participación este mandato

Representantes vecinales acusan a los grupos de "marginar" al Consejo Social en la política municipal

Instantes previos al inicio del Consejo Social de la ciudad convocado este martes HÉCTOR FUENTES

Iba a ser una reunión de trámite, una convocatoria para acceder a una de las exigencias de Guanyar, pero se convirtió en una crítica implacable de los vecinos contra todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Alicante en este mandato que toca a su fin. Asociaciones vecinales y sectoriales, a través de sus representantes en el Consejo Social de la Ciudad, aprovecharon la convocatoria de este martes vinculada al Presupuesto municipal de 2019 para atacar con dureza a Ciudadanos (único grupo que no ha tenido responsabilidad de gobierno), a los exsocios del tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) y al actual Ejecutivo municipal del PP.

Y todo porque dicen estar hartos de que estos cuatro años hayan transcurrido con las puertas del Consistorio alicantino cerradas a cal y canto, salvo para cumplir trámites sin participación real en la gestión: "Este mandato municipal, si por algo se ha caracterizado, ha sido por la marginación, el bloqueo y el boicoteo por parte de todos y cada uno de los grupos municipales, de la participación cívica, vecinal y ciudadana. Y causa estupor -continuaron la mañana de este martes los vecinos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento- que a todo el mundo se le llene la boca sobre las excelencias de la participación, por sus efectos de vertebración y cohesión social, pero, a la hora de la verdad, la manera de fomentarla sea ninguneando, bloqueando y boicoteando las iniciativas y trabajos de los representantes vecinales y el funcionamiento de instituciones como las Juntas de Distrito o este Consejo Social".

Esas puertas cerradas del Ayuntamiento durante este mandato, que empezó con un gobierno de izquierdas y que concluirá con un ejecutivo de derechas, propiciará, según los vecinos, que en las calles de Alicante se llenen de chalecos amarillos, un movimiento trasversal de protesta que se formó en Francia a finales del pasado año. "Cuando se silencia y boicotea a personas y órganos capaces de vertebrar y de proponer, se está alimentando el riesgo de que, el día menos pensado, nos encontremos las calles y las plazas ocupadas por unos chalecos amarillos que ya no quieran ni escuchar más mentiras ni negociar más parcheos infames", manifestó Luis Almarcha, voz de las entidades de la Zona Norte en el salón de plenos.

En el Consejo Social de la Ciudad, convocado para superar un trámite de consulta sobre los Presupuestos para este año, se reprochó a los partidos políticos que no se hayan impulsado otras reuniones a lo largo del mandato para tratar "asuntos de ciudad" como "el Plan General de Ordenación Urbana, los obstáculos a la llegada de Ikea, los problemas de inmigración, asilo o pobreza, el deterioro urbanístico y social de los barrios periféricos, la implantación de la Facultad de Medicina en la Universidad de Alicante, la alternativa al desierto de Rabasa, la finalización de la eterna Vía Parque, la prolongación de las líneas de tranvía por La Florida hasta el aeropuerto y Elche, la creación de una Autoridad Metropolitana del Transporte o la finalización de la Ronda Norte".

En alusión estricta a las cuentas municipales para Alicante impulsadas por el PP y negociadas sobre todo con Ciudadanos y Guanyar, los vecinos no fueron menos beligerantes: " No me puedo creer que a nadie se le haya podido ocurrir el despropósito de que, en 30, 60 o 120 minutos de tratamiento, esta institución [por el Consejo Social] conozca, debata y emita un dictamen sobre los Presupuestos del Ayuntamiento y de sus distintos órganos autónomos. Nunca podría creerme semejante frivolidad ni una nueva falta de respeto hacia este Consejo y, por lo tanto, hacia todos y cada uno de sus miembros". Este órgano consultivo está formado por los grupos políticos, además de organizaciones sindicales, empresariales y vecinales, junto a la Cámara de Comercio y la Autoridad Portuaria, entre otros. A la cita de este martes no acudieron la Universidad de Alicante ni UGT.

Así, los representantes vecinales y sectoriales, mientras todos los partidos ya tienen la mente puesta en las próximas elecciones municipales, mandaron un serio aviso: "No nos hagan perder el tiempo".

Superado el trámite del Consejo Social que se convirtió en una dura reprimenda de los vecinos a los grupos, con el alcalde Luis Barcala presidiendo la reunión, los Presupuestos se presentarán en breve ante otro órgano consultivo. En este caso, y también a petición de Guanyar, el Gobierno local tiene previsto convocar a las Juntas de Distrito en una reunión conjunta el martes 5 de febrero, a las 19 horas en el edificio de Puerta Ferrisa, según confirmaron fuentes municipales. Luego, antes de que la Junta de Gobierno dé el visto bueno, faltaría la reunión de la Mesa Negociadora.

Concluidos los trámites de consulta, el Ejecutivo de Barcala abrirá el periodo para las enmiendas, al que acudirá, según ha anunciado, toda la oposición, incluidos aquellos grupos que han conseguido introducir la mayoría de sus propuestas en el anteproyecto del Presupuesto. Las nuevas peticiones se votarán inicialmente en la Comisión de Hacienda, paso previo a la convocatoria del Pleno, en el que los grupos se posicionarán finalmente y que está previsto en torno a mediados de febrero. El Ejecutivo popular da por hecho que logrará los apoyos necesarios (más votos a favor que en conta) para sacar adelante unas cuentas de un año electoral.

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