La ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera -muda hasta ayer en la polémica generada desde hace diez días por el cierre del Tajo-Segura a la agricultura- y el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, trataron de minimizar los efectos que tiene para Alicante y Murcia el recorte del envío de agua del Tajo correspondiente a noviembre. Ribera y Ábalos aseguraron que la situación no es alarmante, y se escudaron en las lluvias y en el otoño para justificar la decisión del Gobierno. Un ejecutivo que tendrá que pelear ahora en los tribunales contra el Consell y el gobierno murciano, que ayer ultimaban la presentación de sendos recursos por la vía de lo Contencioso-Administrativo.

La ministra Teresa Ribera subrayó en declaraciones que recogió Europa Press, que la comisión técnica del trasvase Tajo-Segura valoró el pasado día 20 que se daban las condiciones para hacer una contribución «importante» en noviembre, dentro del contexto general de las normas de explotación.

Afortunados

Si bien, añadió que se había tenido en cuenta que «afortunadamente ha llovido», por lo que las necesidades hídricas «no eran exactamente las mismas que en otros momentos», a lo que se suma que algunas de las infraestructuras aguas abajo están «inutilizadas» tras las tormentas de este otoño, lo que «dificultaba la incorporación del volumen máximo de agua autorizable en esta ocasión».

La ministra quiso lanzar, no obstante, un mensaje de «tranquilidad» a los ciudadanos y regantes mientras se van «aclimatando» todas las políticas de agua para asegurar la disponibilidad del recurso en toda España «con un precio equivalente, venga de donde venga el agua». En ese sentido, reiteró que se tendrán que incorporar las infraestructuras hídricas a un sistema centrado en el aprovechamiento, en la conexión del agua desalada al sistema general y «no solo» de «un volumen extra».

Por su parte, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, descartó que el trasvase del Tajo al Segura de 7,5 hm3 para abastecimiento suponga «problemas de hecho» para los agricultores. «Hoy por hoy, la gestión está siendo equilibrada y no hay ninguna necesidad alarmante», sentenció. «Sinceramente, en la época del año en la que estamos y con las lluvias no es una situación como en otras ocasiones».

No hay alarma

El ministro apuntó que el Gobierno realiza «los suministros correspondientes en función de las necesidades y las posibilidades de cabecera. Se está equilibrando y se están tomando las decisiones», reiteró. El titular de Fomento insistió en que el Ejecutivo no ve «ningún problema de hecho ni ninguna necesidad alarmante en la actualidad. Otra cuestión es, como siempre, el riesgo de hacer del agua una cuestión política». No opinó lo mismo su compañero y coordinador de agua del Grupo del PSOE en el Congreso, Herick Campos, que aplaudió la decisión de Ximo Puig de recurrir el recorte del trasvase Tajo-Segura. Para el diputado es «el momento de presentarlo. Comparto la queja de usuarios y regantes» por lo que apoyará «los recursos que se presenten».