Un acuífero recuperado en plena sequía. El Ayuntamiento de Alicante tiene previsto visitar la partida del Moralet para tratar de determinar el origen del caudal que desde que comenzó el verano fluye entre las calles Aves Acuáticas y Flamenco, donde esta semana circula, incluso, más agua que a principios de mes, cuando los vecinos denunciaron por primera vez el problema.

Un portavoz autorizado del Ayuntamiento certificó ayer, por su parte, que el agua que fluye no es potable, ya que los análisis realizados indican un alto contenido en sales (3.300 microsiemens), por lo que los técnicos barajan la hipótesis de que el caudal que ha aflorado llegue directamente de un pequeño acuífero de la zona, que se habría recargado tras las lluvias del invierno y las últimas tormentas. Extremo que no terminan de creerse los vecinos, que aseguran que el agua fluye de una de las tuberías de la conducción Rabasa/Amadorio.

Los técnicos del Ayuntamiento deben determinar ahora el origen de un caudal que, paradójicamente, ha aparecido en plena sequía y con muchos regantes mirando al cielo, y ya con cierto malestar, porque no se tienen noticias del trasvase de 20 hm³ del Tajo que se aprobó para agosto, ya que todavía no ha llegado ni una gota a la a provincia ni a Murcia.

Desde que el río fantasma del Moralet brotó se han multiplicado las teorías sobre su origen. Los vecinos mantienen desde el primer día la teoría de que se trata de una fisura en la conducción que se construyó para suministrar agua a Benidorm en situaciones de urgencia porque, además, según apunta José, uno de los vecinos afectados, «el agua ha brotado en el mismo punto donde se produjo hace unos años la explosión de una tubería de la conducción que produjo daños importantes en muchas viviendas de la zona. Ahora mismo al final de calle Flamenco ya hay paredes afectadas en algunos chalets».

Otro problema añadido es la competencia de la Administración sobre el caudal. Los acuíferos están regulados por la Confederación Hidrográfica del Júcar, la conducción Rabasa/Amadorio es de la empresa estatal Acuamed (el mantenimiento está contratado a Hidraqua), y Aguas de Alicante no tiene competencias porque, entre otras razones, la partida del Moralet no tiene alcantarillado ni servicio de agua potable y su saneamiento sigue basándose en las fosas sépticas, pese a que en la pedanía vivan 2.000 personas.

La partida alicantina de El Moralet ofrece todas las ventajas de vivir en el campo pero también muchos de los inconvenientes ya que más de la mitad de sus vecinos carecen de agua potable y de alcantarillado en sus viviendas, a las que acceden por caminos de tierra sin alumbrado público y sin asfaltar, y que, cuando llueve fuerte, se hacen intransitables.

Estos problemas no disuaden de vivir aquí a más de 2.000 personas, según el censo, cifra que se triplica los fines de semana y las vacaciones de verano. Vecinos que viven en casas de campo y chalés con terreno, piscina en muchos casos, y una tranquilidad hoy truncada por el río fantasma.