Veinte mil litros al día en las últimas semanas, dos meses ya de caudal y todo envuelto en un misterio en medio del tercer año consecutivo de sequía en Alicante. Este es el panorama diario que se encuentran los vecinos de la partida rural alicantina de El Moralet donde en las últimas semanas ha terminado «fluyendo» un río de más de un kilómetro de longitud, en concreto la distancia entre el principio de las calles Aves Acuáticas (el nombre viene al pelo) y la calle Flamengo.

Los vecinos, que todavía tienen en su retina la explosión hace tres de años de una tubería de la conducción Rabasa-Amadorio, se muestran inquietos e, incluso, alarmados por los daños que pueda provocar en sus casas el agua embalsada y la humedad que empieza a hacerse patente en las paredes exteriores de muchas viviendas.

Todo comenzó a principios de verano cuando en la zona donde se encuentra una de las tuberías de la conducción Rabasa-Amadorio (infraestructura propiedad de la empresa estatal Acuamed) comenzaron a verse charcos de agua debido a alguna fuga en la tubería de una conducción de más de 40 kilómetros de longitud que sirve, fundamentalmente, para llevar agua del Taibilla a Benidorm para evitar cortes en el suministro.

Las lluvias de los dos últimos años en la Marina Baixa y la buena gestión del Consorcio de Aguas de la Marina Baja han hecho que el trasvase no sea necesario en los últimos 24 meses, pero la tubería siempre tiene que mover agua como garantía de mantenimiento. Una circunstancia, unida a una fuga puntual, que podría explicar el motivo de que en las últimas semanas se haya formado este río artificial sin que nadie acierte a explicar los motivos.

Fuentes de Aguas de Alicante, empresa distribuidora del agua potable en el municipio, certificaron ayer que el problema no era de su red y que, incluso, en las últimas catas realizadas la semana pasada se comprobó que el agua de la fuga no está tratada, no es potable.

Descartada esta hipótesis, se ha barajado que el origen del caudal podría ser la rotura de alguna conducción por la que llega agua de riego a los chalets de la partida, pero tampoco se ha concretado. Aguas del Moralet, responsable de este suministro puntual, aseguró que el problema no era de sus tuberías por lo que cobra sentido que la causa sea alguna fuga en la conducción Rabasa-Amadorio, en la que desde hace unos meses se vienen realizando obras para conectarla con la desaladora de Mutxamel, desde donde debe enviarse agua a Benidorm en el futuro en virtud de los acuerdos que se tomen para la gestión del trasvase Júcar-Vinalopó.

Entre unos y otros no se llega a una solución mientras los vecinos empiezan a estar ya hartos porque las balsas de agua estancada y el calor constituyen el hábitat ideal para la proliferación de mosquitos y todo tipo de insectos en pleno mes de agosto.

El Moralet es una partida rural del municipio de Alicante donde residen unos dos mil vecinos en viviendas unifamiliares diseminadas en más de trece núcleos de población. Limita al norte con San Vicente del Raspeig, al sur con las partidas de Verdegás y Cañada del Fenollar, al oeste con Agost, y al este también con San Vicente del Raspeig. Durante el siglo XIX, El Moralet perteneció durante varios años a San Vicente del Raspeig.

Los vecinos reclaman desde hace años servicios básicos de los que carecen como agua potable, alumbrado público, asfaltado de caminos o alcantarillado.

En 2008 se cerró el colegio El Moralet, con aulas de 3 a 6 años, y se instalaron en su lugar dos rutas de autobús al CEIP La Cañada del Fenollar, en barracones desde 2003. La partida también cuenta con varias líneas de autobús a institutos de San Vicente del Raspeig, con la que mantienen casi más relación que con Alicante. Por su subsuelo pasa la conducción Rabasa-Amadorio.