No hay que hacer un gran esfuerzo analítico. Sólo hace falta ponerse a pensar un poco en qué tipo de vida llevaría o qué gastos realizaría un trabajador que cobra 5.273 euros al año, que distribuidos en doce mensualidades supondrían unos ingresos de 439,41 euros al mes. Estos son los datos que refleja un informe sobre empleo juvenil en la provincia elaborado por UGT en l'Alacantí-La Marina, a partir de datos de la Agencia Tributaria.

La precariedad se ha extendido a muchos trabajadores, parados y pensionistas en estos años de crisis. Pero el colectivo juvenil, el grueso de la mano de obra del futuro de este país, sufre con especial incidencia no sólo la precariedad, sino también la temporalidad en el empleo. Y pese a que la economía española y provincial ha entrado en fase de recuperación, la tasa de paro entre los jóvenes de la provincia de hasta 25 años supera todavía el 41%, con datos del segundo trimestre del año.

Una de las generaciones más cualificadas que ha tenido España vive y vislumbra un futuro laboral con muchas más incertidumbres que sus progenitores. Cada vez entran más tarde al mercado de trabajo y cuando acceden, muchos lo que encuentran es un empleo por horas, lo que implica un salario más bajo.

En el primer trimestre de este año, el 51,60% de los 104.066 contratos temporales realizados en la provincia a jóvenes que no superan la treintena tuvo un carácter parcial, la mayoría de las veces por cuatro horas (media jornada), según se subraya en un informe de UGT. Y en muchos de los casos el empleo apenas dura una semana.

De acuerdo con los últimos datos de los Servicios Públicos de Empleo (Sepe), casi el 24% de los contratos realizados en julio pasado en España se firmó por menos de siete días. Y eso que es una de las épocas con mayor ofertas de empleo al iniciarse la temporada estival en el sector turístico.

En el estudio comparativo que realiza UGT con datos de la Agencia Tributaria (AEAT), se detalla que el salario medio que declaran los trabajadores españoles de entre 18 y 25 años en su declaración de la renta es de 5.842 euros.

Más bajo aún es el promedio de la retribución media que reflejan los jóvenes de la Comunidad Valenciana, que es de 5.374 euros. Y aún inferior la que perciben los trabajadores alicantinos de entre 18 y 25 años. «Su sueldo medio sería de 5.273 euros, lo que representa que el salario mensual no alcanzaría los 440 euros. Incluso, dentro de la propia Comunidad, Alicante es donde los jóvenes tienen las retribuciones más bajas», incide Yolanda Díaz, de UGT, a tenor de los datos de la AEAT correspondientes a 2015, último ejercicio computado en las estadísticas.

Los primeros proyectos

Con este nivel de ingresos, ¿qué gastos puede permitirse un joven alicantino que, por edad, debería estar al inicio de su vida laboral, circunstancia que, transcurrido un tiempo, le ayudaría a independizarse del hogar familiar?

Cuánto ha significado para muchos, sobre todo en épocas anteriores, cobrar la primera nómina de un empleo fijo. Cómo a partir de entonces se abría un abanico de posibilidades aún no experimentadas: desde programar viajes, disponer de efectivo para los gastos diarios sin tener que pedírselo a los padres, o pensar en el futuro personal. Poder emanciparse, planificar la compra de la primera vivienda y, en su caso, formar una familia.

Sin embargo, todos estos planes que antes se enmarcaban dentro de las pautas que seguía la sociedad se ven truncados en muchos casos. Ahora, sólo dos de cada diez jóvenes se independizan. Son los datos que hace unos meses ofrecían representantes del Consejo Local de la Juventud de Alicante, quienes añadían que la emancipación y el acceso a la primera vivienda se había convertido en una «utopía» para muchos jóvenes de la provincia, al igual que conseguir un empleo estable.

Pedro Ródenas y Francisco Marco, entonces presidente del Consejo, incidían en que actualmente los jóvenes alicantinos se tienen que «reinventar cada tres meses», aludiendo a que con frecuencia las ofertas de empleo que encuentran son de entre tres y seis meses, cuando no de inferior duración, y no siempre en el mismo sector, lo que les obliga a esa «reinvención»

En el primer semestre de este año, en la provincia se habían registrado 113.228 contratos a jóvenes de hasta 30 años, de los cuales 9.172 tuvieron un carácter indefinido, mientras que 104.066 -el 91,9%- fueron temporales, según el mismo informe de UGT.

En los últimos años ha ido aumentando la temporalidad. En 2016, un 37,43% tuvo una duración inferior a un mes. «El mayor porcentaje desde 2012, ya que ese año los contratos a jóvenes que duraban menos de treinta días representaba el 34,44%.

Al año siguiente, subió al 34,62%; en 2014, era del 34,57% y en 2015, se situó en el 35,77%», advertía Yolanda Díaz, quien incide en que el incremento en la contratación de escasa duración coincide con los dos últimos años en los que ya se empezaban a detectar síntomas de recuperación económica, «pero no se están trasladando al empleo», denuncia. Los trabajos de entre tres y seis meses suponían el pasado año el 9,7% del total en Alicante.

De la hostelería a la alimentación

Además, entre los que acceden al mercado laboral hay muchos que se encuentran con puestos y funciones que no se corresponden con los estudios que han cursado o con categorías inferiores a su nivel de formación. Entre 2012 y 2016, la hostelería y los servicios de comidas y bebidas son las actividades que aglutinan una mayor contratación juvenil en Alicante, «con una marcada diferencia del resto y un aumento del 92% de los contratos temporales en cinco años, en el caso de los servicios de bebidas y comidas», explica Yolanda Díaz.

El comercio también se convierte en el «refugio» temporal de muchos jóvenes, a veces, en el tránsito a un empleo más acorde con su formación, aunque en los últimos años también ha aumentado la contratación de jóvenes en la industria química y en la de la alimentación, según UGT.