El Ayuntamiento de Alicante tiene ya en sus cocheras los cinco vehículos fúnebres que una sentencia judicial le atribuía como contraprestación a la indemnización pagada por paralizar las obras del crematorio de Babel hace ocho años. Los vehículos fúnebres están ya en dependencias municipales y, salvo en el caso de una furgoneta a la que desde el equipo de gobierno pretenden dar utilidad en el área de Atención Urbana, los otros cuatro vehículos se sacarán a subasta.
Como avanzó este diario, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) falló que la entidad local debía resarcir a la empresa promotora por los coches que adquirió antes de que se le revocara la licencia del crematorio con el pago de 277.000 euros. Sin embargo, el tribunal admitía el recurso municipal que defendía que si el Ayuntamiento pagaba por los coches, tenía que quedarse con ellos.
De esta forma, los cinco vehículos fúnebres, que la mercantil ha estado utilizando desde 2005 en otras instalaciones, se han trasladado esta semana a las cocheras municipales. El vicealcalde y concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens, señala que en el caso de los cuatro coches fúnebres, su adaptación para utilizarlos por algún servicio municipal sería muy costoso. De ahí que la intención del equipo de gobierno sea sacarlos a subasta pública para recuperar parte de la indemnización abonada y destinar el dinero, según Llorens, a mejorar el parque móvil municipal, que está muy deteriorado. Llorens indicó que en el caso de un furgón sí es posible su reconversión para utilizarlo como vehículo de carga, probablemente para las brigadas de mantenimiento de Atención Urbana.
La empresa pidió una indemnización millonaria por la decisión municipal de paralizar las obras de la avenida Alcalde Lorenzo Carbonell ante la gran contestación vecinal que generó el proyecto. El juzgado redujo la indemnización a algo más de 700.000 euros, de los que hace un año quedaban pendientes de liquidar los 277.000 euros correspondientes a los cinco vehículos que adquirió la mercantil. El equipo de gobierno depositó la cantidad en el juzgado hace meses, pero no ha sido hasta ahora cuando ha recibido los vehículos. Aunque el precio pagado por ellos equivale a coches nuevos, el tribunal falló que los que se recibirían serían los que se adquirieron entonces. De esta forma, se trata de vehículos usados, en los que se pueden ver los logotipos de las funerarias que los han estado utilizando en diferentes municipios. Aunque sacándolos a subasta el Ayuntamiento recuperará parte de lo que pagó por ellos, en el mercado de segunda mano los vehículos perderán valor.
