El Ayuntamiento de Alicante encargará un informe técnico para decidir qué hace con los cinco coches fúnebres que percibirá como contraprestación en la indemnización que debe pagar a Tanatori Alacant por paralizar, hace ocho años, las obras del crematorio de Babel. Por el momento son tres las opciones que baraja el equipo de gobierno: reutilizarlos, venderlos o sacarlos a subasta. El informe evaluará cuál de ellas es más factible y rentable para las arcas municipales. Aunque, la opción por la que parece declinarse el PP municipal, según su portavoz Marta García-Romeu, es la venta o la subasta, fuentes del sector funerario explican que los vehículos perderían alrededor de un 60% de su valor en el mercado de segunda mano.

Como avanzó este diario, el Tribunal Superior de Justicia acepta la reclamación del Ayuntamiento, que planteaba que si debía pagar una indemnización por el valor de los coches que la funeraria compró antes de que se le revocara la licencia del crematorio, al menos debería quedarse con los vehículos. El tribunal lo acepta, pero rechaza que tengan que ser nuevos, como pedía la administración local.

De esta forma, los cinco coches que percibirá el Ayuntamiento están valorados en 277.000 euros, que será la cantidad que las arcas municipales deberán desembolsar como indemnización a la mercantil por haberlos comprado antes de que la administración local paralizara las obras del crematorio ante las protestas vecinales. Es decir, que cada uno de ellos costó una media de 55.000 euros. Tal y como esgrime la administración local, los vehículos se adquirieron en el año 2005 y se han estado utilizando desde entonces en otras instalaciones, por lo que los coches que recibirán tienen nueve años de antigüedad. Teniendo esto último en cuenta, fuentes del sector funerario consideran que cada coche podría venderse por alrededor de 20.000 euros. De esta forma, si en el mejor de los casos la administración local logra venderlos, únicamente recuperaría en torno a 100.000 euros, un tercio de lo que la sentencia indemnizatoria le obliga a pagar por ellos.

En cuanto a los posible reutilización, García-Romeu, incidió en que es «difícil encajar un uso». La noticia, sin embargo, levantó todo tipo de suspicacias entre los muros del Ayuntamiento y la oposición no tardó en ironizar planteando que los vehículos fúnebres se utilicen como coches oficiales. «Que Sonia Castedo, Andrés Llorens y Juan Seva los utilicen como coche oficial como preludio del fin del ciclo de gobierno en el Ayuntamiento», dijo con ironía el portavoz de Esquerra Unida, Miguel Ángel Pavón, quien agregó que «así podrían ahorrar en los renting».

Pavón calificó de «grotesca» la situación y apuntó que «si las cosas se hubieran hecho bien desde el principio, ahora no habría que indemnizar a nadie».

En ello coincide el portavoz adjunto del PSOE, Manuel Marín, quien subraya que «ahora, con un Ayuntamiento al borde de la quiebra, tenemos que hacer frente a un gasto enorme que nos obliga a reducir el fondo de contingencia y, además, cargar con unos vehículos fúnebres que no nos son útiles» y se pregunta si «es que Castedo quiere que sus concejales se desplacen en coches de muertos».