Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Trabajar en casa, aislamiento frente a la conciliación

El teletrabajo es una tendencia en auge gracias al avance de la tecnología y el bajo coste que supone

El teletrabajo se extiende entre profesionales de la comunicación, diseño o informáticos JUAN CARLOS VALDIVIA

Las desventajas: falta de contacto con compañeros, baja productividad y disponibilidad total. Beneficios: compatibilizar la rutina laboral con la vida familiar y, en el caso de las empresas, ahorrar costes. Estos factores representan la cara y cruz de trabajar desde casa, una fórmula que se extiende en la actualidad gracias al auge de las nuevas tecnologías, la mejora de las comunicaciones y la crisis económica.

«La decisión de trabajar desde casa depende del tipo de actividad que se vaya a realizar. Desde el punto de vista de la empresa se ahorran costes y se ofrece mayor flexibilidad al trabajador», afirma el responsable de la Nau de la Innovació de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), Javier Sancho. Así, este tipo de trabajo se suele dar entre profesiones como la de diseñador, informáticos o personal de comunicación.

Sancho apunta, no obstante, que al trabajar desde casa se pierden posibles sinergias con otros profesionales que ofrecen espacios como los denominados «coworking». «La comunicación interpersonal al final es fundamental, salir de la zona de confort e interactuar también es importante para un emprendedor y, ser freelance es una decisión muy personal que requiere autodisciplina y ser muy organizado», detalla el responsable de este centro de proyectos empresariales.

Por otro lado, el director de Programas de la Fundación Empresa Universidad de Alicante (Fundeun) y profesor del Máster de Dirección de Personal y Gestión de Recursos Humanos de la UA, José Antonio Carrión, sitúa como beneficio del teletrabajo «cambiar la cultura en las empresas del presentismo por la productividad y los resultados, mejorar la conciliación personal y familiar, y sin duda la autonomía y responsabilidad».

Sin embargo indica que existe «la necesidad de equilibrar la agenda para que podamos desconectar del trabajo para que podamos desconectar del trabajo» e indica que entre las desventajas se puede identificar que «desde la perspectiva de la empresa el teletrabajador puede sentirse desapegado», un perjuicio que «se compensan con políticas de Recursos Humanos de integración adecuadas (reuniones, participación en eventos o formaciones) y teniendo en cuenta las variables personales, técnicas y psicológicas del teletrabajador».

«Algunas empresas tienen espacios físicos abiertos con una wifi y sin mesas asignadas para que personas "externas" puedan trabajar, al final el espacio es caro y la cultura del presentismo se va sustituyendo por una cultura orientada a resultados», añade el profesor de la UA.

Compartir el artículo

stats