La reutilización de agua por parte de la industria está permitiendo mantener las reservas del acuífero de Mariola, del que se abastecen Cocentaina, Muro y l'Alqueria d'Asnar. Las empresas están consumiendo 800.000 metros cúbicos anuales procedentes de la depuradora murera de la Font de la Pedra, cantidad que ha dejado de extraerse del propio manantial. Este caudal, con todo, se incrementará de forma exponencial cuando concluyan las obras que acaban de ser adjudicadas en la depuradora de Els Algars, para que también se pueda reaprovechar el agua tratada en esta planta.
El acuífero de Mariola, subdividido en los de la Cabrantà y Muro, llegó a estar al borde de la sobreexplotación coincidiendo con las épocas de sequía y una serie de extracciones que se llevaban a cabo sin ningún tipo de control. La delicada situación propició la constitución de una comunidad de usuarios, que bajo la supervisión de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha llevado a cabo una serie de medidas para reconducir la situación. Desde la instalación de contadores a la implantación en la depuradora de la Font de la Pedra, situada en Muro, del denominado sistema terciario, un tratamiento que permite reutilizar las aguas depuradas para cuestiones como el riego o la industria.
Niveles
Los resultados, según ha explicado el presidente de la comunidad y alcalde de l'Alqueria, Jaume Pascual, están resultando positivos, toda vez que «los niveles de extracción se están manteniendo alrededor de los 40 metros de profundidad».
Uno de los factores decisivos está siendo, como queda dicho, la reutilización por parte de la industria, lo cual está siendo gestionado a través de una cooperativa de aguas. Uno de sus responsables es el secretario de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (ATEVAL), Pepe Serna, quien resalta que en la actualidad son cuatro las empresas, tres del sector textil ubicadas en Muro y la factoría papelera de l'Alqueria d'Asnar, que consumen agua procedente de la Font de la Pedra. Según señala, «las empresas textiles son de acabados, y el agua que les llega de la depuradora se utiliza para cuestiones como el lavado de la maquinaria, toda vez que la calidad no es lo suficientemente buena para el proceso de fabricación. La factoría papelera, en cambio, sí que utiliza un volumen mayor».
Con todo, el caudal que se está consumiendo es de 800.000 metros cúbicos anuales, «lo cual ya es mucho. Se trata de agua que se ha dejado de extraer del acuífero, y que lógicamente está teniendo repercusiones positivas».
La situación, con todo, tenderá a mejorar de manera exponencial cuando se implante el sistema terciario en la depuradora de Els Algars, que trata las aguas de Alcoy. Según Serna, «hay ya cuatro o cinco empresas del entorno de Cocentaina, además de gran tamaño, que ya han mostrado interés en utilizar este agua». Cabe recordar, en este sentido, que la Generalitat ha desbloqueado estas obras paralizadas desde 2011, y las ha licitado por 2,3 millones de euros y un plazo de ejecución de diez meses. A partir de ahí las empresas de Cocentaina, y se espera que también de Alcoy, podrán hacer uso de las aguas tratadas en la planta.
Los acuíferos alcoyanos también mantienen reservas óptimas, como lo demuestra los cinco metros de nivel de extracción del manantial del Molinar, según ha informado el edil Jordi Martínez.
