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El desalojo de unos okupas en Sant Joan acaba con amenazas a los vecinos y tres detenidos

El propietario recibió el aviso de los residentes, que se unieron para intentar echar a cinco personas que se metieron en un adosado el día de Reyes, aunque finalmente tuvo que intervenir la Guardia Civil

Una parte del bloque de edificios donde tuvo lugar la okupación en Sant Joan d'Alacant.

Los vecinos de una urbanización situada en la calle Manolo Morant, en la localidad de Sant Joan d'Alacant, continúan «preocupados» y «asustados» después de lo que ocurrió el pasado fin de semana, durante la festividad de Reyes. Una familia de cinco personas ocupó de forma ilegal un chalé adosado situado dentro de complejo de viviendas y que llevaba vacío desde la construcción del inmueble. Según relatan los propios vecinos, fueron ellos quienes dieron la voz de alarma al promotor al percatarse de la presencia de estos «okupas». Una vez el particular se personó en la vivienda, estas personas impidieron su entrada en la misma alegando que «la habían alquilado»; una afirmación que rechazó por completo el dueño de la casa a quien la familia okupa impidió el acceso.

El caso acabó en manos de la Guardia Civil, pero se pudo desalojar a estar personas. Fue entonces cuando los vecinos, la tarde la cabalgata de Reyes, aprovechando una salida de estos «okupas», intentaron que no volvieran a acceder al inmueble para así evitar de nuevo que regresaran a la urbanización. Algunos se introdujeron dentro del chalé mientras el dueño cambiaba las cerraduras. Pero no fue posible y los «okupas» entraron. A la mañana siguiente, el lunes 6 de enero, el propietario denunció el problema ante la Benemérita y esta vez sí pudo echar a las cinco personas involucradas en esta ocupación ilegal en Sant Joan, la segunda en apenas seis meses, además por la misma zona.

El día de Reyes fue cuando se llevó a cabo el desalojo y los episodios de insultos y amenazas, tanto hacia el propietario como hacia el resto de inquilinos por parte de esta familia. Además, según confirman los testigos, durante la intervención de la Guardia Civil acudieron más miembros de esta familia a increpar a los agentes y a tratar de evitar su salida de la propia vivienda.

Reyerta

La salida de los «okupas» fue un momento de máxima tensión entre la Guardia Civil, los ocupantes y los propios vecinos. La Benemérita detuvo a tres personas por resistencia a la autoridad mientras tomó declaración a otras dos investigadas por un supuesto delito de usurpación de vivienda. El peor instante fue cuando los residentes tuvieron que soportar amenazas y comentarios sobre sus vidas privadas por parte de este clan, que también se enfrentó a los propios agentes en la puerta del inmueble.

Además, según ha podido confirmar este medio, algunos de estos okupas están relacionados con el grupo que entró de forma ilegal a un edificio de tres plantas en la localidad vecina de Mutxamel el pasado mes de septiembre. Entonces, la Benemérita realizó varias redadas en el inmueble y confirmó el arresto de un total de 20 okupas acusados de los delitos de pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública, ocupación de vivienda, defraudación de fluido eléctrico, defraudación de agua, daños al inmueble y tenencia ilícita de armas.

Vigilancia

Días después, los propietarios han contratado un sistema de seguridad sofisticado con alarma y guardia jurado, y se ha llevado a cabo la instalación de casi una treintena de dispositivos por toda la zona. Los mismos vecinos alertan de la presencia de algún miembro de la familia que sigue pendiente de la casa y que se dedica a amedrentar a los residentes. Mientras, el Ayuntamiento ha pedido que no se genere «una alarma social» y asegura que varias patrullas de la Policía Local vigilan la zona de forma constante.

Una familia que actúa también en Mutxamel

En el último año se han registrado hasta tres casos de okupas entre los municipios de Sant Joan y Mutxamel, y según ha podido saber este periódico, la misma familia ocupó de forma ilegal otra vivienda que se encuentra muy cerca a la urbanización afectada. Antes de verano, unos particulares denunciaron la presencia de varias personas en una vivienda que se encontraba deshabitada en la zona de la Casa de Cultura. Asimismo, estos okupas propinaron insultos y amenazas también a estos vecinos. Después de estos hechos, el Ayuntamiento aconseja que los residentes «estén muy alerta» para que no se repita.

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