La remodelación forzada en el equipo de gobierno de El Campello por la salida de Podemos y la renuncia al acta por enfermedad del portavoz del PSOE, Pepe Varó, a menos de tres meses para las elecciones, deja un ejecutivo con solo siete ediles, frente a catorce en la oposición. Un «minigobierno» que pese a todo no es el más reducido del presente mandato, ya que cuando fue expulsada EU, en octubre de 2015, un año antes de entrar el PSOE, se quedó en solo seis regidores.
La reestructuración aprobada por el alcalde Benjamí Soler (Compromís) viene a redistribuir las áreas que dejan los dos ediles de la formación morada que salen del gobierno y el regidor socialista, aunque con las elecciones a las puertas, no deja de ser un reparto poco menos que testimonial, ya que poco van a poder hacer en dos meses los nuevos titulares pese a estar al frente de áreas de tanto calado como Hacienda, Urbanismo, Educación o Bienestar Social.
Las concejalías de Territorio y Vivienda y de Educación, que deja Mari Carmen de Lamo, que sigue de edil pero en la oposición, y volverá a encabezar la lista podemita, van a parar a Compromís. El alcalde, que ya ostenta Seguridad y RR HH, asume Educación, mientras que su compañero de partido, Alfred Botella (Servicios Públicos y Playas), recibe Urbanismo, un área espinosa donde EU y Cs han venido denunciando en los últimos meses irregularidades que han puesto en tela de juicio la labor de Podemos.
En cuanto a las áreas de Luis Cobo, que ha renunciado al acta a los 25 días de tomar posesión y entrará por él un nuevo concejal podemita, ya en la oposición, van a ir a parar al nuevo regidor del PSOE, Vicent Vaello, secretario local de los socialistas que sustituirá a Varó. De esta forma, Vaello, derrotado en las primarias para alcaldable por Pere Lluís Gomis, edil de Cultura y Deportes, asumirá Bienestar Social, Sanidad y Juventud, concejalías de Cobo, que anteriormente fueron de Adriana Paredes, que dejó el acta en enero para pasarse a Compromís, donde será su número dos.
Por su parte Gomis aumenta su peso en el ejecutivo asumiendo las áreas de Pepe Varó, que tras sufrir un problema cardíaco ha tenido que renunciar al acta. Por tanto, Hacienda, Contratación y Patrimonio pasan a manos del alcaldable socialista, que también asume la primera tenencia de Alcaldía. Y todo pese a no contar con sueldo municipal, ya que mantiene su trabajo en FGV y lo compatibiliza con sus responsabilidades municipales.
Del mismo modo, la segunda tenencia de Alcaldía que ostentaba Lamo pasa a Botella. En cambio, ni la diputada socialista María Jiménez (Comercio y Participación) ni Cynthia Alavés (Medio Ambiente y Turismo), de Compromís, ven ampliadas sus competencias. A lo que hay que sumar que a Alavés le retiraron Playas en una sorprendente maniobra a solo seis meses de las elecciones. Y en cuanto al edil no adscrito David Alavés, cuyo voto fue crucial para decantar la Alcaldía en 2015 hacia la izquierda, mantiene su perfil bajo, con solo Tercera Edad, Cementerio, Mercado y Ocupación de Vía Pública.
Por otra parte Alejandro Raga, que fuera asesor del grupo municipal de Podemos y que fue cesado a seis meses de las elecciones tras ser vencido por Lamo en las primarias a la secretaría local y dejar el partido, ha regresado al Ayuntamiento, otra vez como asesor, coincidiendo con la salida de la formación morada.
