Los Heladeros de Xixona pusieron ayer el cierre a sus festejos con su singular Ofrenda de Flores, que llenó La Plaça de un colorido único gracias a los trajes tradicionales de media España que lucieron decenas de festeras. La jornada también contó con la Embajada del Moro por la mañana y la del Cristiano y la reconquista por la tarde, así como con el alzamiento de capitanes, la procesión y el castillo de fuegos artificiales que puso el colofón a los festejos.

Poco antes del mediodía, las mujeres festeras, ataviadas con los trajes regionales de las zonas donde en verano trabajan vendiendo helados en sus negocios, iluminaron el centro de Xixona con esta ofrenda. Por La Plaça desfilaron trajes de Madrid, Sevilla, Córdoba, Málaga, Cataluña, València, Murcia, Zaragoza... y también de xixonenca, ofreciendo un colorido sin fronteras. Y los hombres también lucieron los trajes típicos masculinos, en un acto que sirve también de sentido homenaje a los pueblos y ciudades en los que realizan su trabajo cada verano y donde, en muchos casos, han iniciado una nueva vida.