El equipo de gobierno popular estudia cómo librarse de la deuda de 4,5 millones de euros que el Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant mantiene con la Generalitat debido a la compra de un inmueble, la residencia de Tiempo Libre, en el marco de la operación de llegada de la Universidad Católica de Murcia (UCAM). Un proceso que todavía no ha cuajado y que, sin embargo, mantiene bloqueadas las cuentas locales para el próximo ejercicio al tener que hacer frente el Consistorio al pago del edificio el próximo mes de marzo y carecer de fondos para ello. Por ello, el portavoz del grupo popular, Santiago Román, aseguró ayer a este diario que «los servicios municipales están trabajando para encontrar la forma jurídica que libere al Ayuntamiento del pago de la compra-venta».
Como se recordará, la operación UCAM fue concebida en su génesis como un acuerdo a tres bandas, entre el Ayuntamiento, la Universidad Católica y la Generalitat. Estaba previsto que el Consell eximiera del pago de los 4,5 millones de euros después de que el ente religioso inyectara 4 millones en Sant Joan, que serían destinados a la reparación de centros escolares de la localidad. Sin embargo, la hoja de ruta marcada solo fue cumplida por el Consistorio. Ni la UCAM inyectó fondos ni el Gobierno valenciano condonó la deuda al municipio.
Finalmente, el alcalde de Sant Joan, Manuel Aracil, dio un paso atrás y se retiró del proyecto estrella de su legislatura para salvar la estabilidad económica de la localidad. El problema es que, el acuerdo de compra-venta sigue vigente y, por tanto, el problema de liquidez también. «Se barajan dos opciones, una subrogación del acuerdo a la UCAM o un desistimiento de los pagos», aseguró Román, quien recalcó que está estudiando cual de las dos alternativas es más conveniente para agilizar los trámites y que sea el ente católico quien compre el bien al Consell.
Así las cosas, a cinco días de que concluya el año, el equipo de gobierno todavía no sabe cómo solventará el que ha sido su principal caballo de batalla y, salvo acuerdo in extremis, obligará a la Corporación municipal a aprobar las cuentas para 2015 una vez iniciado el ejercicio. Cabe recordar que existe un informe de Intervención en el que se indica que el desembolso de 4,5 millones de euros provocaría «inestabilidad presupuestaria» al suponer alrededor del 25% del montante total del presupuesto local. Lo cual impide cerrar las cuentas si no se libera del pago de la UCAM. Con todo, Román rechazó la idea de devolver el inmueble a la Generalitat. «Hemos mantenido reuniones en Valencia para analizar la situación», sostuvo el concejal popular.
Promesa incumplida
Tampoco se han iniciado las obras para instalar la UCAM en Sant Joan, pese a que Aracil aseguró hace un mes que arrancarían antes de que concluyera el año.
