Hartos de esperar soluciones que no llegan han decidido pasar a la acción con protestas para ser escuchados. La comunidad educativa del IES Tháder de Orihuela protagonizó anoche un encierro en el centro para criticar que el Ayuntamiento todavía no ha aprobado en pleno su adhesión al Plan Edificant de la Generalitat, que posibilita la mejora de colegios e institutos con deficiencias. En este caso, llevan casi 20 años dando clase en barracones porque el edificio se ha quedado pequeño y acoge 200 alumnos más que cuando se construyó. La reivindicación busca forzar un acuerdo que permita la ampliación de las instalaciones y cuenta con el apoyo de los alumnos, padres y profesores, quienes se han organizado en torno a este objetivo común y protagonizarán una manifestación mañana viernes.

La jornada celebrada anoche tuvo una triple vertiente: reivindicativa, lúdica y educativa. La representante del alumnado leyó un manifiesto para criticar el retraso del equipo de gobierno de Orihuela (PP y Ciudadanos) en llevar a pleno la adhesión al Edificant y su «inoperancia e incapacidad» para abordar una cuestión que creen que mejorará el IES Tháder y otros muchos otros centros del municipio. Consideran que el citado plan autonómico es la solución a sus necesidades tras años de promesas incumplidas y no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad. Los afectados no se explican como un centenar de ayuntamientos de la Comunidad Valenciana se han sumado ya a este proyecto mientras el suyo sigue sin hacerlo. Defienden que el responsable último de todo lo que está sucediendo con este asunto es el alcalde, Emilio Bascuñana. La patata caliente del Edificant está en manos de la concejala de Educación, Begoña Cuartero, quien ayer aseguró a este diario que tenía previsto acercarse al encierro en el IES Tháder para explicar qué se ha hecho hasta ahora desde la administración local y mostrar su compromiso con llevar este tema al pleno que se celebrará en pocos días. Todo ello «mostrándoles nuestro apoyo al objetivo que persiguen».

Durante la jornada celebrada anoche, prevista para cerca de dos horas, se empezaron a diseñar las pancartas con las que saldrán a la calle mañana viernes con una manifestación que servirá para exigir a los gobernantes que dejen a un lado las luchas políticas y trabajen para mejorar la enseñanza pública. Esa es una reivindicación que apoyan asimismo desde la Escuela de Adultos -que se imparte desde el IES Tháder- y también los colegios en los que estudian los alumnos que en el futuro ingresarán en ese instituto, como son el Miguel Hernández y el Andrés Manjón.

También hubo tiempo para el entretenimiento y la convivencia, con partidas de pimpón, batucada, taller de baile y una cena de sobaquillo en la que se habló, entre otras cosas, de la necesidad de defender la educación pública. Además se realizó una observación astronómica gracias a la colaboración del Mudic y la Asociación de Ciencias Hypatia de Alejandría, que instaló sus telescopios en el patio del centro.

Tecnología

Los problemas del IES Tháder no son solo los barracones. La directora del centro, Ana Mas de Sanfélix, explicó ayer a este diario que en el patio existen seis módulos prefabricados. El centro fue diseñado para 12 unidades y en la actualidad acoge 18. Además se han tenido que dedicar espacios para el aula de tecnología, de música... La consecuencia de tener que sacar sitio de donde no lo había ha sido que han desaparecido los espacios dedicados a los departamentos, que acogen ahora las clases desdobladas.

La directora señaló además que el gimnasio no cumple las condiciones exigidas por la normativa y faltan aseos en un instituto que acoge casi al doble de alumnos y profesores de su capacidad proyectada. Mas aseguró que la Generalitat ha dado el visto bueno a realizar todas las mejoras exigidas por el Consejo Escolar, como son habilitar ocho aulas más, seis despachos, taller de tecnología y música con sus seminarios, gimnasio renovado, aseos adaptados para personas con movilidad reducida y mejora de las pistas deportivas.

Parece ser que, llegados a este punto, solo falta que el Ayuntamiento se sume al Edificant para empezar a tramitar el proyecto de reforma y recibir la financiación desde Valencia. Sin embargo, ese es un paso que todavía no se ha dado y que la comunidad educativa exige con estas movilizaciones.