Un milagro para las tierras fértiles. Las lluvias de la última semana han calmado la extrema sed que sufre el campo alicantino. La media de 60 litros de agua ha frenado el desastre que se avecinaba en los próximos cultivos y ha supuesto un respiro para los esquilmados bolsillos de los agricultores de la provincia. Todo son buenas palabras para un agua que consideran «una bendición». El riego caído desde el cielo aliviará la cantidad de líquido elemento que los empresarios agrarios habrían tenido que pagar y, por lo tanto, reducirá el coste de la producción.

El presidente de ASAJA, Eladio Aniorte, ha sido gráfico a la hora de calificar el significado de las lluvias para este sector. Ha asegurado que «cientos de millones de euros han caído del cielo». Y no es para menos, porque a los agricultores alicantinos les cuesta cada vez más dinero dar de beber a sus frutales y cultivos. Aniorte es contundente y mantiene que «la lluvia es una gran noticia, muy positiva pero no se puede depender siempre del cielo, necesitamos una política hídrica adecuada porque si no, el agua que ha caído sólo habrá suavizado el problema unos meses». La cabeza visible de la organización agraria ha insistido en que «la clase política está durmiendo, no se ponen de acuerdo y nos quedamos sin infraestructuras ni trasvases».

Las lluvias de la primera semana de febrero se suman a las de la última de enero y han rescatado el déficit hídrico que soporta el campo y los embalses de la provincia. A esto se suma unas bajas temperaturas que favorecen que la floración de los frutales y los almendros se retrase. Así se evita que, en plena floración, se pierda gran parte de la cosecha por las heladas tardías de febrero o principio de marzo.

Desde Novelda se indica que los episodios de frío han beneficiado a los cultivos porque al no descender el termómetro por debajo de cero, el hielo no ha afectado a las hortalizas. En este sentido, en Villena comentan que las cerca de 900 horas de bajas temperaturas favorecen a los árboles frutales. En el caso de la cereza son necesarias 500 horas de frío y este año se han superado. Esto significa una floración continuada y por lo tanto, unas cosechas abundantes. Sin embargo, los agricultores siguen mirando al cielo y esperan que las previsiones de heladas en los próximos días no sean tan significativas como se augura y así se evite que los beneficios que ha aportado a los cítricos se pierdan por la acción de las heladas.

La pertinaz sequía que asola al campo de la provincia se había llevado por delante más de 1.000 hectáreas de hortalizas en la Vega Baja y mermas de más de dos millones de kilos en la cosecha de hortalizas del Camp d´Elx, que también ha visto reducida su superficie cultivada en un 10% durante la presente campaña y donde temían no poder sacar adelante dos terceras partes de la producción, según estimaciones de la organización de los agricultores y ganaderos de la provincia de Alicante (ASAJA).

Ahora las previsiones pintan algo más halagüeñas. Los últimos chubascos posibilitan que las próximas cosechas huertanas sean más abundantes. Asimismo, han auxiliado a unos cítricos que se preveían escuálidos y que ahora, gozarán de un buen calibre y por lo tanto, serán más apreciados en los mercados igual que el níspero. También han salvado, en el último momento, la campaña de la alcachofa, que va a conseguir alargar el primer colmo un mes más y posibilitará la segunda recogida en muchas plantaciones.

Los cereales también será unos de los grandes beneficiados de este agua así como la vid, que ha visto cómo ha disminuido significativamente el estrés que soportan las cepas por la falta de agua desde hace cuatro años.

Por otra parte, las cooperativas agrarias ubicadas en l'Alcoià y El Comtat también consideran que las lluvias y nevadas de los últimos días van tener efectos muy positivos sobre la agricultura. Cultivos como el almendro y los cerezos, sobre todo, van a notar los efectos beneficiosos de este temporal, justo cuando se encaminan hacia la floración.

De acuerdo con la información facilitada desde las cooperativas agrarias de la zona, después de un año en el que las precipitaciones han brillado por su ausencia, el temporal ha supuesto un auténtico alivio, que repercutirá de manera positiva en las respectivas cosechas. Las temperaturas bajas registradas durante este invierno han permitido que los árboles descansen de forma adecuada.

Otro de los beneficios de la nieve en l'Alcoià será la recuperación de los acuíferos, toda vez que el agua se está filtrando despacio en el terreno, permitiendo aprovechar la mayor parte del agua recogida. Sin embargo, en Villena, se indica que la recarga de acuíferos será imperceptible. No obstante, el descenso en los pozos de aguas subterráneas será menor al dar un respiro las extracciones por la humedad de las tierras agrícolas que no precisarán aportes durante una temporada.