Pepa Ferrando, en su condición de presidenta local del PP de Orihuela, recibió a última hora del martes un mensaje en su teléfono móvil -vía WhatsApp- en la que se le reiteraba algo que ya le había dicho a las siete de la tarde el secretario general del PP provincial, José Juan Zaplana, y en el cual se le dejaba claro que al día siguiente, en el pleno de Orihuela, el grupo municipal popular tenía que autoenmendarse para incluir una declaración por la cual se comprometieran a excluir de las listas electorales a las municipales de 2015 a todos los imputados por delitos relativos a la corrupción. Lo que decía aquel mensaje, en definitiva, era poco menos que tenía que recuperar el texto original de la proponente, la edil no adscrita Asun Mayoral a la cual le enmendaron por dos veces su iniciativa: en la comisión del martes por la mañana y en el pleno del miércoles.
Aquel mensaje lo envió Isabel Bonig, secretaria general del PPCV, quien horas antes y con el visto bueno del propio presidente Fabra había autorizado a Zaplana para esta tarea que no era más que cumplir a pie juntillas un papel por el que ya tuvo que pasar la alcaldesa de Alicante e imputada, Sonia Castedo, cuando a su pleno le llevaron la misma iniciativa. Según confirmó ayer INFORMACIÓN, cinco días antes Bonig le había dicho en Valencia a Ferrando algo que ésta debería saber y es que no iba a ser la candidata a las municipales porque arrastra hasta cuatro imputaciones por los delitos de cohecho, malversación de caudales públicos, fraude y prevaricación. Y eso, evidentemente, no era una decisión de ella sino que era cumplir con la «línea roja» del presidente Alberto Fabra. Un mensaje que vale para ella pero también para los seis concejales oriolanos imputados -todos los que siguen de la legislatura de Mónica Lorente- porque la limpieza será generalizada en 2015.
Palabras
Ferrando, como publicó este diario, no modificó un ápice el texto, tal y como se le había pedido, y ordenó al concejal Dámaso Aparicio, quien tenía que defender la moción, que incluyera hasta tres referencias en sus palabras a aquello que le había pedido Bonig y que en resumidas cuentas era lo mismo, pero no aparecía al final en el texto de la moción y lo que se aprobó -apoyada por los dos ediles de CLr-Claro- se limitaba a instar al gobierno a una modificación legislativa en este sentido pero no a que el grupo municipal popular diera ejemplo contra la corrupción.
Ayer Ferrando tenía previsto una rueda de prensa de las habituales de críticas a la gestión del equipo de gobierno que desconvocó a última hora del mismo miércoles, cuando ya sabía del revuelo que se iba a organizar, y ayer se negó a hacer declaraciones aunque mantuvo que ella nunca recibió ese mensaje. Que todo es falso.
INFORMACIÓN intentó recabar ayer la opinión de la propia Bonig sobre qué va a pasar ahora sin lograron porque la secretaria general del PPCV tenía una apretada agenda y, según fuentes de la dirección regional, ni tan siquiera había tenido oportunidad de pedir explicar a la propia Ferrando sobre su actitud. En cualquier caso, las mismas fuentes señalaron que no será una decisión que se tome a la ligera aunque, probablemente, este fin de semana se adopte algún tipo de determinación en un encuentro de la cúpula del PP regional en Barcelona.
Esta circunstancia se produce dos meses y medio después de que la propia Bonig negaran en Redován, en un acto de partido, la posibilidad de poner en marcha una gestora en Orihuela cuando la presidenta local había ya declarado por una de las imputaciones. De hecho, llegó a calificar aquello como «un rumor sin fundamento».
