Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Se subastan hasta las papeleras

La ruina de la Mancomunidad obliga a vender todo el mobiliario y los equipos informáticos

Todo el mobiliario y los equipos informáticos que se encuentran arrumbados en la sede de la Mancomunidad de Promoción Económica de la Vega Baja serán subastados en una puja a la que podrá concurrir cualquiera que desee adquirir alguno de los productos que se ofertan, que van desde mesas, sillas y armarios hasta papeleras, tablones de corcho e incluso un reposapiés. En total, todos estos artículos costaron 98.850,72 euros pagados con dinero público y en las próximas semanas saldrán a la venta a partir de 18.676 euros.

La Mancomunidad, que nació para impulsar la actividad económica de la comarca y que ha acabado en la más absoluta ruina, ha entrado en periodo de liquidación y en pocos meses pasará a la historia como un ejemplo de excesos y despilfarro. Los alcaldes de los once Ayuntamientos que la componen recibieron hace pocos días por correo electrónico el inventario de bienes que será vendido en subasta para hacer frente a las deudas, que superan los 1,4 millones de euros. Se incluyen 28 ordenadores completos a partir de 149 euros que en su día sirvieron para impartir cursos de formación, ordenadores portátiles por ese mismo precio, monitores led de 21 pulgadas desde 49 euros o una impresora láser desde 99 euros, entre otros muchos productos de informática, teléfonos y hasta alguna vieja máquina de escribir

La subasta incluirá igualmente armarios de diferentes tamaños con un coste desde 35 euros, un mostrador de recepción por 220 euros, una mesa de reuniones por 145, mesas, sillas, sillones... y casi todo lo que usted pueda imaginar entre el mobiliario que conforma una oficina. Destacan algunos productos de escaso valor como papeleras de plástico desde un euro, un reposapiés desde 8 euros, un perchero por 16 euros o una pizarra por 20 euros.

«Sede flamante»

Todos estos bienes muebles se integraban en la flamante sede de 300 metros cuadrados que la Mancomunidad compró en Bigastro. La adquisición de las oficinas y su acondicionamiento costaron en pleno boom inmobiliario la friolera de 824.077,93 euros. No se escatimó en dotarla de suelo de tarima flotante, puerta de acceso automática con sensores de movimiento y un gran número de dispositivos electrónicos; todo ello adquirido en 2007, punto álgido de la burbuja inmobiliaria. Ahora, en plena crisis, un perito ha rebajado el valor del local a tan solo 180.000 euros 180.000 euros y los gestores que se encargan del proceso de liquidación del ente han realizado un inventario de bienes que recoge todo lo que se encuentra en la sede. Impera la necesidad de vender hasta el último lapicero para hacer frente a las deudas, que suman más de 1.424.000 millones, cerca de 600.000 euros procedentes de las indemnizaciones por despedir de forma improcedente a los 11 trabajadores.

Esa deuda la tendrán que sufragar los Ayuntamientos de Bigastro, Benejúzar, Algorfa, Los Montesinos, Jacarilla, San Isidro, Benferri, San Fulgencio, San Miguel de Salinas, Benijófar y Redován, aunque este último municipio ha interpuesto un recurso en los tribunales al defender que abandonó este ruinoso club en 2012 y tras negarse a asumir su parte. El lío de las cuentas y las disputas entre los miembros han llevado incluso a que la Diputación de Alicante les retire la asistencia jurídica porque no existe una «posición unánime» entre los consistorios mancomunados, que para hacer frente a las deudas tendrán que subastar hasta las papeleras.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats