El paso soterrado del tren de Alta Velocidad Española (AVE) a su paso por Orihuela ha comenzado a tomar forma en los últimos días con la colocación de la losa, pieza a pieza, que hará desaparecer la imagen de los ferrocarriles cruzando el casco urbano a toda velocidad. A un año vista del final de los trabajos, el Ayuntamiento de Orihuela y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) siguen sin firmar el convenio marco sobre qué pone o qué da el Ministerio de Fomento por estos trabajos que, supuestamente, permitirán urbanizar esa losa y que la ciudad gane un espacio aproximado de más de 5.000 metros cuadrados por debajo del cual discurriría hasta los 300 kilómetros por hora el AVE.
El concejal de Urbanismo, Antonio Zapata (PSOE), aseguró que el convenio está pendiente en estos momentos de la firma después de haber sido supervisado por los técnicos y tras más de cuatro años de negociaciones entre ambas administraciones pues fue su antecesor en el cargo, Antonio Rodríguez Barberá (PP), quien comenzó las reuniones que no fructificaron unas veces por el periodo electoral y otras por la crisis. Las mejoras que el Ayuntamiento ha ido introduciendo, como un paso más, y el coste de esa urbanización han formado parte del grueso de las últimas negociaciones entre ambas partes con muy mala suerte para Orihuela porque el Ministerio ha aplicado un progresivo recorte sobre qué estaba dispuesto a dar a medida que los trabajos avanzaban y el tiempo corría.
Parada
A priori, Orihuela no tendrá parada del tren Ave, aunque ganará una nueva estación subterránea y moderna. Zapata confiaba ayer en que el acuerdo se cierre cuanto antes para comenzar los trabajos de urbanización que deberán ser supervisados por el propio Ministerio de Fomento. El Ayuntamiento plantea un crecimiento de la ciudad hacia el sur aprovechando la desaparición de las actuales vías del tren que se habían convertido en un terrible problema urbanístico.
