El ciudadano británico de 45 años detenido por la muerte de un compatriota de 42 el pasado domingo en Xàbia es un exboxeador y aguantó impasible las provocaciones de su amigo mientras tomaban copas en un pub pero al final respondió y de un solo puñetazo lo tumbó, con la mala fortuna de que la víctima se golpeó en la cabeza y se desnucó.

Así lo confirman las pesquisas de la Guardia Civil de Xàbia, que en pocas horas logró esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte del ciudadano inglés de 42 años y detuvo al presunto homicida, que pasará hoy a disposición judicial en Dénia. El apresado ya tenía antecedentes policiales por tráfico de drogas y extorsión.

El fallecido y su supuesto agresor, como ya adelantó ayer este diario, estuvieron tomando copas en un bar de la playa del Arenal. Ambos ingirieron bastante alcohol y la víctima increpó y provocó al ahora detenido, según ha podido comprobar la Guardia Civil en las grabaciones efectuadas por las cámaras de seguridad de ese local y del restaurante junto al que se produjo la agresión.

El detenido, que en el local se mantuvo tranquilo y tratando de ignorar al que le increpaba, salió acompañado de su pareja y se dirigió a su automóvil.

El otro hombre se fue tras ellos y siguió discutiendo con la mujer, que, por los gestos, trataba de no hacerle caso. Sin embargo, la víctima cogió luego de las solapas al otro hombre y lo zarandeó. En las grabaciones, se observa cómo en ese momento el agresor se zafa y le propina un puñetazo en la cara.

Golpe contra el asfalto

La víctima cayó al suelo de espaldas y se golpeó con fuerza la cabeza contra el asfalto. Mientras tanto, el agresor se marchó paseando tranquilamente con su pareja. Luego, como ya informó este diario, varios testigos avisaron al 112 y acudió una ambulancia del SAMU.

El hombre estaba tirado en el suelo y sangraba abundantemente por la cabeza. Sufría también convulsiones y los sanitarios no pudieron reanimarlo, por lo que falleció en el lugar donde se cayó tras ser golpeado.

La Guardia Civil tomó declaración a varios testigos e identificó al agresor. Los agentes hablaron con varios de sus amigos para intentar localizarle y también contactaron con su pareja, a la que convencieron de que lo llamara por teléfono.

Así lo hizo y lo persuadió de que se entregase en el cuartel de la Guardia Civil, lo que hizo sobre las 23 horas. Tras ser detenido ha sido acusado de un delito de homicidio por imprudencia y esta mañana pasará a disposición judicial.