El Consejo General del Poder Judicial reeligió ayer a la magistrada Pilar de la Oliva para presidir el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). El más directo competidor de De la Oliva fue el presidente de la Audiencia de Alicante, Vicente Magro, aunque eran cuatro los magistrados que pugnaban por el cargo. La votación se cerró con los doce votos de apoyo a la continuidad de la magistrada frente a nueve a favor de Magro. Los dos magistrados pusieron en valor su gestión al frente de los órganos judiciales que presiden durante la entrevista como principal mérito para presidir el TSJ. Los otros dos candidatos eran los magistrados valencianos Pedro Castellano y Juan Mejías. Según las fuentes consultadas por este diario, la gestión de los procesos por corrupción que durante este lustro ha realizado el TSJ ha sido una de las claves para la reelección de Pilar de la Oliva.
Tras la marcha de Juan Luis de la Rúa, la credibilidad de la institución había estado en entredicho debido a su relación con el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps. Tras la llegada de Pilar de la Oliva, la instrucción de las distintas piezas separadas que componen el caso Gürtel se han encarrilaron en el TSJ; se juzgó y condenó al exconseller Blasco por el caso Cooperación; y hasta se tuvo que asumir durante un tiempo la pieza del caso Brugal que afectaba al Plan General de Alicante, cuando dos de los imputados, los exalcaldes de Alicante Sonia Castedo y Luis Díaz Alperi, eran diputados autonómicos. Durante estos años se ha pedido un plan de refuerzo para los juzgados más colapsados, poniendo el énfasis en aquellos que investigaban causas complejas de corrupción. En el momento de la votación, todavía coleaban los ecos de la última gran operación por presuntos amaños de contratos de las administraciones públicas del PP en la Comunidad Valenciana.
Con estos antecedentes, los nueve votos del sector progresista se decantaron hacia Pilar de la Oliva, que contó con tres votos más de vocales del sector conservador que le dieron la mayoría. Otros nueve votos del sector conservador dieron su apoyo a Vicente Magro, dejándole con un pequeño margen para haber conseguido la mayoría.
Pilar de la Oliva ingresó en la Carrera Judicial en 1982 y tuvo su primer destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Calamocha, para servir luego en Juzgados mixtos de Lliria, Mataró y Castellón. En 1987 se convirtió en titular del juzgado de Instrucción número 10 de Valencia, en el que permaneció hasta que, en 2010, fue nombrada presidenta del TSJ. Ha participado como ponente en numerosos cursos, jornadas y seminarios y en 2015 dirigió el curso de Macrocausas para el programa de despliegue territorial de formación del Consejo General de Poder Judicial.
Vicente Magro aceptó ayer su derrota con deportividad y agradeció sus apoyos a los miembros del pleno del CGPJ que habían votado por él. Magro anunció su disposición a volver a presentarse para presidir la Audiencia de Alicante para un cuarto mandato el mes de septiembre. Aunque en la Audiencia ya se consideraba muy excepcional que un magistrado fuera elegido tres veces para presidirla, lo cierto es que sobre el papel no hay ningún tipo de limitación en este sentido. Las fuentes consultadas por este diario indicaron que Magro podría ser reelegido en el caso de que ningún candidato alternativo se presentara. Por su parte, Vicente Magro se mostró favorable a seguir manteniendo todas las iniciativas que ha puesto en marcha la Audiencia, como los cursos de reeducación de tráfico y para maltratadores, así como el programa de mediación penal. «Ya tengo en mente tres nuevas iniciativas que daremos a conocer en los próximos días», explicó ayer a este diario, anunciando su disposición a «seguir colaborando con abogados, procuradores y otros colegios profesionales para seguir trabajando en mejorar la Justicia en la provincia de Alicante».
