Momentos antes del mediodía, cuando en muchos lugares y a las puertas de ayuntamientos e instituciones públicas, los ciudadanos esperaban que fuesen las 12 para guardar un respetuoso minuto de silencio por la oriolana Yolanda Aniorte Cuenca, de 39 años, madre de dos hijos, asesinada el pasado sábado, efectivos del Cuerpo Nacional de Policía de Orihuela y Murcia detenían a la salida de un inmueble del barrio de La Fama, en Murcia, en una zona deprimida del mismo que sirve como fumadero de droga, a Juan Antonio Martínez Martínez, de 37 años, como supuesto autor del crimen, y marido de la joven desde hacía un año y con el que tenía una niña de dos. No ofreció resistencia a los agentes que durante horas aguardaban en la zona. El magistrado de guardia de la capital murciana, tras conocer lo ocurrido, autorizó de forma inmediata su traslado a la Comisaría de Orihuela sin precisar siquiera una simple comparecencia para facilitar la investigación policial.

La autopsia reveló ayer que Yolanda recibió al menos diez golpes en la cabeza con un objeto contundente; concretamente, una mancuerna -una pesa de gimnasio que se utilizó a modo de martillo- y que los agentes recogieron en el mismo dormitorio donde vivía la pareja, en el barrio oriolano de Capuchinos. La mujer fue encontrada tendida en la cama, boca abajo y no pudo ofrecer resistencia en ningún momento a su agresor. Todos los indicios apuntan a que todo ocurrió esa noche de forma muy rápida, con mucho ensañamiento y que el ahora detenido es el único responsable de lo ocurrido. Éste tenía antecedentes policiales en 2009 por agresión a otra pareja, aunque en el entorno de la familia de la joven no conocían ningún episodio durante estos años de convivencia ni pudieron sospechar en este fatal desenlace. Eso sí, Juan Antonio había tenido episodios esquizoides por lo que había estado bajo medicación y, al parecer, no podía vivir sin ella aunque en alguna ocasión se la había dejado. De hecho, la principal hipótesis para saber qué ocurrió pasa precisamente porque se hubiera obsesionado con que Yolanda mantenía una relación con uno de sus hermanos; incluso los investigadores llegaron a pesar que el pasado fin de semana también pretendía acabar con la vida de éste. Pero esa relación sólo estaba en su cabeza.

Noche

Ahora la Policía Nacional está reconstruyendo qué hizo el ahora detenido desde la noche del pasado sábado cuando se marchó de casa, supuestamente, después de acabar con la vida de la que había sido su compañera.

Los agentes, como ya publicó ayer INFORMACIÓN, encontraron su turismo, un vehículo de la marca «Audi», de color negro, en las inmediaciones del inmueble de la calle Oriol donde vivían en el piso propiedad del hermano de Yolanda y sospechan que hasta Murcia pudo llegar en el tren de cercanías. Juan Antonio había sido drogadicto y apenas se le conoce actividad laboral más allá de un trabajo esporádico en la vigilancia de una finca que hacía de madrugadas. Durante las 23 horas que transcurrieron desde el hallazgo del cadáver de la joven hasta su arresto, minutos antes del mediodía de ayer, cuando muchos lloraran por la muerte de otra mujer más a manos, presuntamente, de su compañero, ha sido sin lugar a dudas la persona más buscada en España por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El caso se da por resuelto.