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«Los políticos están preocupados por su supervivencia, no hay altura de miras»

El próximo Lunes Santo, Alberto Martínez dejará de ser el subdelegado del Gobierno en la provincia de Alicante

Alberto Martínez mira por una de las ventanas de la Subdelegación del Gobierno de Alicante. rafa arjones

Se cumplen cuatro años desde que accedió, por segunda vez, a la Subdelegación del Gobierno en Alicante. Acaba un ciclo que se suma a medio siglo en la administración. ¿Ha llegado el momento de dejar la política?

Yo dejo el cargo, por edad, pero no dejo la política. Los epitafios no son para mí, para eso queda mucho. Yo me siento ahora más útil que nunca. Estamos en un momento en el que hay que hacer política en mayúsculas, en una situación nueva, en la que necesitamos que impere el diálogo para poder llegar a acuerdos, ya que los ciudadanos han decidido que no haya bipartidismo. Estamos en un escenario con muchos partidos y hay que encontrar el mismo consenso que se tuvo en la Transición, cuando había una derecha reaccionaria, una izquierda anticapitalista y unas heridas muy difíciles de cerrar. Pero en esa época, en esos años, había políticos con altura de miras, que supieron encontrar el punto de unión.

¿Ahora no hay esa «altura de miras» en los actuales políticos?

No se puede ir exigiendo ser ministro o vicepresidente del Gobierno. Ahora es el momento de encontrar puntos de encuentro para que España siga creciendo y no deje la senda de recuperación que tanto nos costó coger. Tenemos que tener la misma altura de miras que tuvieron entonces. Lo lógico es que haya una coordinación y evitar aventuras que pueden ser muy peligrosas.

¿Le preocupan los objetivos de los actuales líderes políticos?

Los políticos están más preocupados por su supervivencia que por valorar una situación política que obliga a realizar una serie de ejercicios a los que no estamos acostumbrados, no hay altura de miras. Ahora hay que mirar más al ciudadano, que debe ser el beneficiario. Los españoles necesitan que los partidos se pongan de acuerdo. Opino que ese acuerdo tiene que llegar, porque no nos interesan unas nuevas elecciones. Ya se están parando muchas cosas en el país. Necesitamos reflexionar y llegar a acuerdos.

Es hora de acuerdos, ¿pero no todos quieren dialogar?

Ahí pienso que el PP, como partido más votado, tiene algo que decir. Es lógico que el PP sea el que gobierne, haciendo las concesiones que sean necesarias. Pretender que el segundo o el tercero con más votos tenga una proyección más allá de la que le han atribuido los ciudadanos me parece un error. No obstante, espero que se hagan las reflexiones y llegar a un acuerdo más pronto que tarde.

Habla de concesiones... ¿Y si entre esas exigencias está que Rajoy dé un paso al lado?

Eso lo tiene que pedir los partidos involucrados. Si que quieren pactar con el Partido Popular, que lo digan. De momento, la mayoría de los españoles han votado a Rajoy para que sea el presidente de España. Si alguien quiere otra cosa, lo tiene que decir...

Ya lo ha dicho Ciudadanos...

Ya, pero la clave para gobernar no está en Ciudadanos, sino en el Partido Socialista.

Y también ya existen cargos populares que han pedido a Mariano Rajoy que renuncie, como ha hecho el vicepresidente de la Diputación, Alejandro Morant.

Yo no creo que sea una sensación mayoritaria dentro del partido. Rajoy ha hecho su papel, puede ser más o menos criticado, pero parecen que se olvidan que nos sacó de una situación muy dramática en la que estábamos. El PP ha hecho un esfuerzo para que se paguen las facturas en los ayuntamientos, para recuperar una cierta tranquilidad económica. Eso ha permitido a muchos empresarios sobrevivir. Pero eso parece que se olvida. Rajoy ha hecho un trabajo encomiable. ¿Que si ahora Rajoy se tiene que ir? Creo sinceramente que no es el sentido general en el PP. Eso sí, si alguien exige otra cosa, que lo haga saber y el partido lo estudiará. No es decisión de personas sueltas.

En el caso de que Rajoy decidiera marcharse, ¿hay relevo para asumir ese liderazgo?

Más de uno y más de dos, hay varias personas con solvencia suficiente que pueden liderar el partido en este momento.

La izquierda lleva meses negándose a pactar con el PP, alegando que la formación de Rajoy tiene que regenerarse fuera del poder tras protagonizar escándalos de corrupción. ¿Ve posible un «pacto» con el PSOE?

Yo no entiendo esta postura, la corrupción es una cuestión de personas. Creo que el Gobierno del Partido Popular ha tomado suficiente medidas para extirpar la corrupción. De hecho, todas las personas que han tenido algún fallo ya están fuera. Eso sí, los jueces que acusaron al PP de ser una organización criminal deberían juzgar de manera más imparcial. Ese término que se ha deslizado no corresponde con la realidad. Si antes el PP tenía un cáncer con la corrupción, hoy ya lo hemos extirpado. Se han aplicado las medidas quirúrgicas correspondientes y no tiene que haber ninguna regeneración del partido. Lo que hay que hacer es aglutinar a todas las personas del PP, que es el partido con más militantes tiene en España. Hay que trabajar en la unión, en la reflexión y que no se haga nada al margen de los militantes. El PP es un partido que está sano, ha tomado las medidas suficientes para que no se vuelvan a repetir casos de corrupción. Aunque sí es cierto que han fallado controles, lo que permitió que afloraran cuestiones que suceden cuando uno lleva gobernando muchos años. Afortunadamente, creo que eso ya está erradicado.

¿Sólo fallaron «controles»?

Pasó lo que pasa en todos los partidos cuando hay una permanencia de poder. Hay controles que no son suficientes, y era una época con una situación económica muy boyante. Mucha gente perdió la noción de la realidad. Pero ha fallado en todos los partidos, tanto en el PP como en el PSOE. Ya digo, creo que la corrupción es una cuestión de personas. Y me reitero: el PP ha aplicado todas las medidas necesarias, el enfermo está en franca mejoría. No hay metástasis. El partido está sano. El PP tiene futuro, siempre que haya unión.

La investigación de la «Operación Taula» apunta a la existencia de una «caja B» en Alicante. ¿Sabe de su existencia?

No. Durante cinco años estuve yendo a diario a la sede del partido y nunca vi ninguna «caja B». En cambio, sí que sé que he pagado muchas cosas de mi bolsillo.

¿Y descarta que exista?

No lo sé. Se habla mucho de «cajas B», pero yo creo que habría que probarlo. Que yo sepa, en Alicante nunca ha habido «caja B».

En su partido, hay dirigentes que apuestan por una refundación, por un cambio de siglas... ¿Cree que es la solución?

Todas las opiniones son respetables, pero yo creo que las siglas son las que son. No hay nada que refundar. Lo que hay que hacer es salir de donde nos hemos metido por la mala cabeza de muchos.

Otras personas sostienen que un Congreso Extraordinario en la Comunidad no sería suficiente para arreglar el cisma del PP. Cuando llegue esa cita, ¿qué decisiones se deben tomar?

Debería ser un congreso muy abierto para hacer las reflexiones necesarias. El PP debe perder los complejos, hay que mantener los valores que siempre hemos defendido. En estos tiempos, con situaciones incómodas, algunos hemos tenido disensiones internas, pero hay que ser conscientes de lo que somos y representamos.

No quiere nuevas siglas. Pero, ¿y nuevas caras? ¿Estaría a favor de la limitación de mandatos?

Yo entiendo que los cargos públicos no deben ir más allá de dos legislaturas. Debe haber una renovación de personas, gente joven que tome el relevo. Pero a la vez, creo que hay que contar con la experiencia de las personas, como yo que me ofrezco a seguir. Durante toda mi trayectoria no he dejado de recoger avales de ciudadanos que creen que he hecho un buen trabajo y que me apoyarían. Como ya he dicho, dejo el cargo, pero no dejo la política. Si tengo la oportunidad de poner mi experiencia al servicio del partido, sería bueno para todos.

Saliendo de un análisis a nivel orgánico... ¿Cómo ve la Generalitat con el cambio de color tras veinte años en manos del PP?

No veo un proyecto claro y definido. Siento escalofríos cuando escucho de los dirigentes de los partidos de izquierdas a nivel nacional que España necesita un gobierno a la valenciana. Posiblemente desconozcan que en esta Comunidad no se están aplicando ni de lejos las respuestas que demandan los ciudadanos. Tenemos un Consell que genera tensiones innecesarias. Seguro que han llevado a cabo proyectos positivos, pero estoy en desacuerdo con otros que han aprobado, como pretender eliminar la escuela concertada. También han suprimido algunas becas de universidad. Todo eso se tendría que mantener, porque no contribuye a que mejore la vida de las personas. Luego está la inmersión lingüística, todo lo que suena a nacionalismo está de más. En Bienestar Social, un área que conozco a fondo, siempre se ha mantenido una perfecta comunicación del gobierno con los actores sociales. Y ahora pienso que esa comunicación ha decaído bastante.

Pero los dependientes ya cobran al día y se están reduciendo la lista de espera... ¿Fue un colectivo maltratado por el PP?

No lo creo. Los dependientes, como todos, han pagado la crisis económica. Se les ha podido pagar cuando había dinero.

¿Cómo interpreta la aprobación de decretos que restan competencias a la Diputación?

El turismo nació en Benidorm, llevarse su gestión a Valencia será un perjuicio grave. Convendría dejar las cosas como están.

Pues C's, hasta hace poco socios oficiales del PP, abogan por la supresión de la Diputación.

No estoy de acuerdo, aunque sí entiendo que se puedan cambiar dinámicas de conceptos que estén sobredimensionadas...

¿Cómo los privilegios: ayuda a los grupos, asesores...?

Si eso es así, suprimamos lo que sobra, pero no la institución.

Otro problema de las diputaciones en la Comunidad han sido las personas que han tenido el poder: Joaquín Ripoll, Carlos Fabra, Alfonso Rus... Todos con problemas con la justicia.

Esto pasa en todos los partidos.

Pero usted es del PP, por eso hablamos de su formación...

Hace poco han ido a declarar los presidentes andaluces. Han sido muchos los que han fallado.

Aquí, entre los que han «fallado» al mando de las diputaciones, parece ser -según la investigación del caso Brugal- que está José Joaquín Ripoll. La Fiscalía pide 16 años de cárcel...

Pues habrá que esperar a juicio.

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