En la ciudad de Alicante, tras la dimisión obligada de Sonia Castedo, no se atisba un líder sólido. ¿Le apetecería coger las riendas de la gestora que dirigirá la formación para evitar que el inhabilitado Juan Seva sea el próximo presidente local del PP?
Soy consciente de que mi edad es un impedimento, porque cualquier puede pensar que mi etapa política ya se ha acabado. Pero yo quiero seguir activo, y por ello me ofrezco a poner esos conocimientos acumulados al servicio del partido en cualquier destino que no requiera edad. Con el único ánimo de colaborar, porque creo que soy muy aprovechable. Si me retiro, en cambio, toda mi experiencia se perdería. Respondiendo a su pregunta, yo me ofrezco al partido para la gestora, pero sin ninguna exigencia. Y sí, creo que a día de hoy existe una falta de liderazgo en la ciudad de Alicante. El PP en la ciudad necesita revitalizarse y que empiece a funcionar mejor de lo hecho hasta ahora. Las tensiones en la Comunidad nos ha apagado en todos los niveles. Hay que recuperar la vitalidad del partido y empezar a trabajar como es debido.
¿Cree, por tanto, que la gestora en la ciudad de Alicante puede ser un buen destino?
Me he ofrecido, pero no soy yo quien lo tiene que decidir.
El partido eligió a Asunción Sánchez Zaplana como candidata a las municipales, pero ahora ya es senadora. ¿Hay personas para liderar el partido de cara al futuro?
Sí, esa gente existe y lo que hay que hacer es darle entrada. Hay que dar visibilidad a personas con futuro. Ahora en el Ayuntamiento de Alicante está Luis Barcala como portavoz, pero está trabajando con un equipo que él no lo ha hecho. Se está esforzando en hacer una buena labor, pero está silenciada porque no hay un trabajo de equipo. El grupo no está confeccionado para él. Se hizo para la candidata, pero al irse ha quedado mal encajado.
¿Cómo valora que una persona se presente a unas elecciones y sólo medio año después abandone para integrar otra lista?
Cada uno tiene una forma de pensar. Yo si elijo un equipo para funcionar, no me hubiera ido. Pero eso es cuestión de las personas.
Usted sonó como el candidato popular en las municipales. ¿Cree que hubiese cambiado en algo el resultado en las urnas?
A mí me preguntaron y dije que aceptaría el cargo. Yo llevo más de veinte años en el PP. Tengo motivos para creer que la gente piensa que soy una persona solvente en la gestión, he hecho una buena labor. En el Ayuntamiento, creo que haría un papel adecuado. Sin duda, me hubiera gustado ser candidato.
Respecto a la elección de candidatos, ¿apuesta por primarias en el PP?
Sería una iniciativa interesante.
Usted no oculta sus ganas de seguir en primera línea política. Una actitud que choca con las declaraciones del presidente provincial del PP, José Císcar, que hace apenas unos días, en una entrevista en INFORMACIÓN, admitió que había «momentos» en los que se planteaba «muy seriamente si tiene algún sentido continuar aquí». ¿No le ha pasado ese pensamiento por su cabeza?
A mí no me ha sucedido. Los políticos tenemos que estar comprometidos hasta el final. No se puede amagar con irse: o te vas o te quedas. Yo confío en que el PP tiene mucho futuro. Para mí, la corrupción es una cuestión de personas, no la entiendo como una epidemia, sino como militantes que se dejan llevar por cantos de sirenas.
Y hablando de Alicante, ¿cómo ve el Ayuntamiento con el tripartito al frente?
Los ciudadanos pensaban que el tripartito podría convivir, pero no se ponen de acuerdo. El tripartito no está funcionando, no ha cubierto las expectativas, son incapaces de unificar las medidas que toman, se pasan el día discutiendo. El alcalde está hipotecado con sus socios, por lo que le invito a que pruebe otras alternativas para seguir gobernando.
¿No le ve futuro al tripartito?
No veo que tenga tanto recorrido...
Decía que en la ciudad Alicante no hay liderazgo en el partido. ¿Y en la provincia, con José Císcar? ¿Y en la Comunidad Valenciana, con Isabel Bonig?
Son líderes que han tenido que atravesar unos problemas que desgastan a cualquiera. Es un precio que han tenido que pagar.
