La entrada en vigor ayer de nuevos requisitos más restrictivos para conseguir la nacionalidad española tiene a todos los registros civiles de España cambiando el paso en esta materia pero, en el caso concreto de Elche, supone echar más leña a la hoguera en el ya de por sí atascado servicio a los extranjeros. Ahora las agendas están cerradas para un año vista, la apertura de unas decenas de números para cada mes se agotan en cuestión de horas, la reventa de citas es ya una realidad contrastada, un único funcionario tramita todos los expedientes, las carpetas acumulan más de un año de retraso antes de poder ser enviadas a Madrid... Esos son problemas que ya se conocen, sobre los que este diario ha venido informando puntualmente, pero ahora además se da la circunstancia de que las personas que acudieron ayer con citas que consiguieron meses atrás se tuvieron que volver a casa con las mismas, porque no cumplen los criterios que entraban en vigor el 15 de octubre. Y es que el Gobierno exige ahora que se abone una tasa de cien euros y que se superen dos exámenes (que también tienen su propio coste): Uno de español, del que están exentos los hispanohablantes; y otro de conocimientos para demostrar su integración, a excepción de menores e incapaces, en una prueba tipo test que sustituye a la audiencia con el juez. El problema es que nadie puede tener aún esos certificados, porque los exámenes -que celebrará una vez al mes el Instituto Cervantes- no se han hecho aún (el primero será el día 29 y el plazo de inscripción acababa ayer).
Así que los que se presentaron ante el mostrador del único funcionario que tiene el Registro Civil de Elche dedicado a nacionalidades no podían en ningún caso cumplir los requisitos, y sus expedientes no podían ser iniciados, aunque cuando pidieran la cita sí que los cumplían.Agilizar
Por ello, muchos intentaron agilizar al máximo sus trámites, hasta el punto de que el pasado mes de septiembre se iniciaron unos 600 expedientes en Elche, más del triple de lo que viene siendo habitual para un mes ordinario del año. Esos expedientes que ya se han activado con los criterios anteriores seguirán su curso según el viejo procedimiento, pero el colapso del Registro Civil impidió dar respuesta a todos aquellos que lo quisieron demandar, y eso ha generado en las últimas semanas colas de extranjeros ante el mostrador, en la planta baja de la Ciudad de la Justicia, intentando hacer lo posible por conseguir ser atendidos sin cita previa.
Los exámenes que desde ayer tienen que superarse son un trago quizás especialmente amargo para el perfil de inmigrante que suele pedir la nacionalidad en Elche, que es mayoritariamente de origen magrebí. Marroquíes y argelinos son prácticamente el 90% de quienes solicitan la nacionalidad en el partido judicial que abarca Elche, Crevillent y Santa Pola, con frecuencia con conocimientos limitados del idioma, especialmente por escrito.
