Las urgencias que ha traído consigo este verano han puesto en evidencia la necesidad creciente de que la ciudad disponga de dos ambulancias del Servicio de Atención Médica Urgente, SAMU, todo el año.
Desde el mes julio, la unidad, que ha perdido Elche y que se ha trasladado a Santa Pola ante el incremento de la población turística, ha realizado casi la mitad de sus atenciones en la ciudad de las palmeras, porque en esos momentos el vehículo con base en la ciudad se encontraba ocupado.
En concreto, la ambulancia «Dama 2», con base en la localidad costera durante la temporada estival, realizó 110 servicios primarios sólo en el primer mes de su traslado a la villa marinera, según datos a los que ha accedido este periódico.
Sin embargo, de esas emergencias atendidas, el 50% ocurrieron en Santa Pola, mientras que el 46% de los servicios fueron en Elche, lo que obligó al SAMU a recorrer los 15 kilómetros que separan los dos municipios para prestar asistencia médica. A estas cifras hay que añadir 16 servicios secundarios que también obligaron a movilizar a la ambulancia afincada en Santa Pola para desplazarse hasta a Elche por una carretera de un sólo carril y gran congestión de tráfico.
Unas realidad que demuestra que el vehículo trasladado a la localidad costera, que carece de este servicio, se hace necesario en Elche también en verano, ante la incapacidad del otro SAMU que dispone la localidad ilicitana para atender todas las urgencias.
Y es que, los dos vehículos de atención médica urgente asignados a Elche no sólo han de prestar atención en Santa Pola, sino también en Crevillent, Aspe, Hondón de las Nieves y Hondón de los Frailes, lo que implica que tengan que conducir en algunas ocasiones 29 kilómetros para llegar a su destino.
De esta forma, a la distancia que han de recorrer las dos unidades de emergencia para asistir a seis poblaciones, se suma el importante número de habitantes censados que aglutinan. En esta línea, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, el total de vecinos de estos municipios asciende a 312.486 personas.
En este sentido, instituciones de calado internacional, como la Organización Mundial de la Salud, recomiendan una UVI móvil por cada 120.000 habitantes, para cumplir con los parámetros requeridos.
Con ello, a la ciudad ilicitana le corresponderían tres unidades SAMU en su base, frente a las dos que tiene en invierno y una que pierde en verano.
Presión política
El recorte de ambulancias que viene sufriendo Elche en los últimos años ha sido objeto de fuertes críticas por parte del Ayuntamiento y también por parte de la ciudadanía. Precisamente, este verano el nuevo equipo de gobierno intentó paralizar la marcha del «Dama II» a Santa Pola, para evitar mermar la asistencia sanitaria en la ciudad. Desde el Consistorio incidieron en la importancia de contar con este servicio, ante el gran número de urgencias que hay en verano en Elche. Además, este panorama queda constatado con las cifras de servicios realizados y los desplazamientos que ha tenido que realizar el SAMU afincado en la costa para atender las emergencias en la ciudad.
Asimismo, otro dato que alarma sobre la importancia de contar con un nuevo servicio de atención médica urgente los 365 días del año es que la asociación DYA realizó 1.500 servicios sanitarios el pasado año. De ellos, cerca del 40%, fueron susceptibles de ser atendidos por una ambulancia SAMU, según los datos a los que ha tenido acceso este diario. Sin embargo, pese a que el PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche pactaron como prioridad exigir a la Generalitat Valenciana disponer de las dos unidades asignadas a Elche, el Consell ha dejado pasar el verano. La pasada semana, el tripartito volvió a reclamar en Valencia mejoras sanitarias, entre ellas, el vehículo para atender las urgencias médicas.
Así, Elche, la tercera ciudad más grande de la Comunidad Valenciana continúa bajo mínimos mientras la Conselleria no habilite una unidad propia para la villa marinera.
